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2012-07-07 17:34:25

Chalupín es el payaso más triste

Foto:Foto: UN

A él le falta un poco de alegría y le sobra la depresión. Una vida con pocas risas.u00a0'Y aunque tengamos nuestras almas heridas, tenemos que hacerte reír. Con nuestra sonrisa fingida, tenemos penas que ocultar... Lanzo una carcajada, todos creen que es de alegría, es que no comprenden que cuando más riendo estoy, un paso más doy, en pos de una tumba fría, dice Chalupín, quien se autodenomina el payaso más triste de Quito.Chalupín se fumó el humor y se bebió su gracia. Aún lleva las yemas de sus pulgares calcinadas por el vicio del basuco (droga), el cual, según él, hace mucho que ya dejó. Tenía 9 años cuando se reencontró con su papá, quien llegaba recién deportado de los Estados Unidos. A Chalupín lo habían maltratado, u00a1mucho, mucho, mucho!. Estaba cansado de los golpes e insultos de sus tíos, por eso cuando su papá quiso levantarle la mano, Chalupín se asustó y corrió hasta la pista de un circo, donde vigilaba que nadie se colara para ver el show sin pagar.Pasaron dos años antes de que su padre lo encontrara ya convertido en payaso y le confesase que él también llevaba nariz roja y se hacía llamar Chalupa, en el Circo de las Águilas.u00a0Por eso, Wilson Plaza se hace llamar Chalupín: un curioso tributo a los afectos que no recibió y a ese adulto tan triste que es hoy.En las carpas aprendió el arte de la magia y a reírse de la tragicomedia de su vida. u00a1Dígame la verdad!: ¿soy feo?, dice y sus labios se estiran, pretenden formar una sonrisa, pero su boca está destrozada...En las calles Se sube a los buses y baja con apenas cinco centavos. Compra un desayuno pobre, busca algo para el almuerzo y otro poco para el hotel.Pone en práctica lo aprendido en los circos Teque Teque y Mediazuelas: Yo creo que mis padres no me hicieron con amor, u00a1sino con venganza!, en una noche oscura, lluviosa y debajo de la cama. Chalupín ríe sin ganas, en realidad nació en una casa de caña en Babahoyo y sus bromas le dan ganas de llorar.En la calle va solo, no tiene amigos, no confía en nadie, sabe que cuando no tiene para llevarse un bocado al estómago no hay amigos, u00a1así de simple! y cuando se cansa de sus chistes va a dirigir el tráfico en El Trébol.PayasoNo puedo soportar mi careta/ ante el mundo estoy riendo/ y dentro de mi pecho/ mi corazón sufriendo, canta cuando habla de mujeres.Decidió que en su vida amó a una mujer: su madre. Ella está en Guayaquil y Chalupín no quiere que lo vea con esa pintura de piso mezclada con agua en sus mejillas, labios, y sin nada en su manos para regalarle.u00a0No siente amor por las mujeres con las cuales estuvo por matar el tiempo. En especial por la salcedeña, a quien enseñó a vender helados y ayudó a mantener los hijos que ella se dejaba hacer por otros.u00a0Ella lo traicionó pues era una de esas que creen que si uno las trata con cariño, es porque uno es un bobo. Chalupín se volvió loco de dolor y se fue.u00a0Pesaba 230 libras, andaba bien vestido y tenía algunos pares de zapatones, pero en Medellín le robaron todo y hasta le clavaron un desarmador que le perforó el hígado. Para salvarle la vida le cosieron todo el abdomen y lo dejaron como si fuera el muñeco de un niño pobre.u00a0Se hizo reciclador y cuando no tuvo para comer se llevó a la boca lo que encontró en la basura. Vivió en los 'cabuches', como los payasos llaman a las carpas de los circos.u00a0Encontró a quien lo pudiera traer en motoneta desde Medellín, u00a1y aquí está!, a medio afeitar, con pena de estar como está, con ropas regaladas, pero con la tranquilidad de no haber hecho daño a nadie.u00a0(Esta crónica se publicó por primera vez el 13 de enero del 2010)

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