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2012-08-18 13:47:08

Es tierra de asilo

ElEl fundador de Wikileaks, Juliu00e1n Assange, es un ciberguerrero de la libertad de informaciu00f3n. Foto: Archivo/UN
Edwing Encalada

Como Ecuador ha hecho con el fundador de Wikileaks, América Latina acumula un vasto historial de refugiados, sobre todo líderes políticos caídos.u00a0El asilo concedido a Julian Assange en Ecuador es una muestra más del arraigo en América Latina de esa institución y otras como el refugio, que han beneficiado, entre otros, al Sha de Persia y al ex líder germanooriental Erich Honecker.u00a0Aunque los mayores beneficiarios han sido los propios latinoamericanos.u00a0Por ejemplo, el senador opositor boliviano Roger Pinto, se refugió en la embajada de Brasil en La Paz desde hace 81 días, ya obtuvo el asilo, pero el Gobierno boliviano no le entrega el salvoconducto.u00a0En Brasil el caso más polémico en los últimos tiempos ha sido el del italiano Cesare Battisti, ex activista de un grupo ligado a las Brigadas Rojas, que fue condenado en su país por cuatro asesinatos y recibió el estatus de asilado político en el 2010.u00a0Sin embargo, el más notorio de los asilados en Brasil fue el general paraguayo Alfredo Stroessner, quien vivió en Brasilia desde 1989 y murió en esa capital hace seis años.u00a0Brasil también acogió como asilados a otros paraguayos, como el ex presidente Raúl Cubas y el ex general Lino César Oviedo; y al ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez.u00a0El asilado más significativo que tiene Colombia actualmente es el empresario y político venezolano Pedro Carmona, que fue jefe de Estado de su país por un día tras el golpe del 11 de abril de 2002 contra Hugo Chávez y se refugió en la Embajada colombiana en Caracas.u00a0Otros casosu00a0En el pasado hubo dos casos de importancia, los de los peruanos Víctor Raúl Haya de la Torre y Alan García, ambos del partido Alianza Popular Revolucionaria Peruana.u00a0Costa Rica es también tierra de asilo. Uno de los beneficiados fue el ex vicepresidente ecuatoriano Alberto Dahik (1992-1995), que había sido acusado de corrupción.u00a0El actual Gobierno de Nicaragua ha concedido asilo político a cuatro personas vinculadas a las FARC y a tres líderes indígenas peruanos y además, al ex primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006, como embajador de inversión en misión especial con pasaporte diplomático.u00a0El ex ministro del Interior de Paraguay, Sabino Montanaro, permaneció en Tegucigalpa desde 1989 a 2009 con asilo, y el ex jefe de la Policía de Haití, coronel Joseph Michel Franu00e7ois lo recibió hace 16 años y actualmente reside en San Pedro Sula.u00a0Entre los asilados actualmente en Panamá está la ex directora de inteligencia colombiana María del Pilar Hurtado.u00a0Otro asilo que fue incómodo en el pasado fue el del sha de Irán, Mohamed Reza Palhevi, quien vivió en Isla Contadora en 1979 y 1980.u00a0Este asilo, que fue pedido por Estados Unidos a Panamá, provocó una serie de violentas protestas de la oposición contra el gobierno del entonces general Omar Torrijos.u00a0Los ex presidentesu00a0También se encuentran en Panamá en calidad de asilados los ex presidentes de Guatemala, Jorge Serrano Elías (1990-1993), y de Ecuador Abdalá Bucaram (1996-1997), además del ex general golpista haitiano Raoul Cedrás (1991-1994).u00a0En Paraguay se encuentra refugiado el ex gobernador boliviano Mario Cossío, quien es requerido por la justicia de Bolivia acusado de corrupción.u00a0En Argentina está el ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza, acusado en su país de haber participado en el asesinato del senador derechista Jaime Guzmán, en 1991.u00a0En Chile vivió sus últimos años el que fue el último líder de la Alemania del Este, Erich Honecker, quien huyó de su país en 1991 y se refugió con su esposa Margot en la Embajada chilena en Moscú, que los aceptó como huéspedes, lo que generó una grave crisis.u00a0Agenciasu00a0Más de Assange:u00a0Reunión aprobada en la OEAAssange, un hombre u0093aburridou0094 en la embajada ecuatoriana en LondresCameron: bajen el tonoAsilo de Assange: Entre la espada y la pared¿Proceso arbitrario?Asilo, una decisión que no cambia nada