La piel siempre requiere un extra de luminosidad. La vitamina C se ha convertido en uno de los activos imprescindibles en el neceser de belleza, para -precisamente- tener una piel luminosa.

Un sistema inmunológico fuerte se logra con el consumo de proteínas y carbohidratos, pero también con la ingesta adecuada de vitaminas, minerales y antioxidantes.

Además de los frutos cítricos, como la naranja y el limón; alimentos como la acelga, espinaca, brócoli y pimiento verde contienen grandes cantidades de vitamina C, según la nutricionista Geovanna Arcos.

Todos los desechos que se generan en la ciudad, incluso aquellos contaminados por personas que tienen covid-19, van a parar al relleno sanitario del Inga. Papel higiénico, toallas, jeringuillas y demás implementos que se utilizan para tratar a las personas que han sido contagiadas y que están hospitalizadas en alguna casa de salud reciben un tratamiento especial.

Los productos lácteos son la principal fuente de calcio, contienen micro y macronutrientes, como vitamina A y D, ácido fólico, magnesio y zinc, además, son fuente de proteínas.

Caliente o fría; descremada o entera; en el día o en la noche, la leche es uno de los alimentos que perviven en el tiempo, como una de las fuentes proteínicas con mayor valor biológico para el ­desarrollo y crecimiento del ser humano.

Se trata de una proteína esencial que interviene en la elasticidad, según Grégory Celis, especialista en investigación clínica y director médico de Laboratorios Bagó. “Mucha gente cree que el colágeno solo está relacionado con la belleza externa, pero no es así”, expresó.

El aloe tiene muchos beneficios para las mascotas cuando se utiliza de forma externa. Tiene propiedades antibacteriales y antiinflamatorias.

Para empezar el día con pie derecho, además de una sonrisa, necesita un buen desayuno.

Se la utiliza para preparar jugos, batidos, té, postres y mucho más. Su nombre es moringa y se trata de una planta con propiedades nutricionales y medicinales, y por esa razón deportistas locales recomiendan su consumo.

Un equipo de expertos de la Universidad Southwestern (Texas, EE.UU.) halló en el nutriente un mecanismo molecular que podría contribuir a explicar un vínculo entre los bajos niveles de ascorbato y el desarrollo del cáncer de sangre, ya que puede impedir que las células madre de la leucemia se multipliquen, bloqueando su progresión.