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Vida Sana
12 de septiembre de 2017 12:40

Atentos con la vista de los guaguas

Un examen visual completo dura entre 45 y 60 minutos. Foto: Archivo

Un examen visual completo dura entre 45 y 60 minutos. Foto: Archivo

Redacción Vida Sana

Las clases empezaron, por lo tanto, es hora de repetir la rutina de todos los años: visitar al oftalmólogo. Esa es la única forma para descartar el uso de lentes o algún problemas con los ojos.

De acuerdo con Alejandro Lalama, optómetra de Óptica Los Andes, el chequeo visual anual garantiza un mejor desempeño por parte de los estudiantes. La falta de lentes ocasiona dolor de cabeza, mareos. También distrae y genera confusiones durante el aprendizaje.

Los padres pueden darse cuenta de su necesidad cuando los niños se acercan demasiado a un determinado objeto, cuando se frotan los ojos o cuando parpadean con demasiada frecuencia. “Hacen eso porque buscan enfocar”.

La parte generacional, según el especialista, también influye en la calidad de la visión. La deficiencia puede aparecer después de tres generaciones: de los abuelos a nietos. De allí la necesidad de someter al niño a un chequeo visual.

Dura entre 45 y 60 minutos y tiene un costo, en promedio, de USD 50.

Los exámenes le dirán si la vista de su pequeño está en buen estado, o si necesita lentes, ya sea por miopía, hipermetropía o astigmatismo, dependiendo del caso.
De esos problemas, solo la hipermetropía es corregible: hasta los 8 años. Se la detecta entre los 4 y 5 años. Mientras que el primer chequeo visual puede hacerse a los 6 meses.