Con un valor bajo cada mes sí es posible ahorrar
El hábito de ahorrar no debe depender de las circunstancias. Una vez que se adquiere, debe mantenerse en el tiempo.
Por eso es clave que sea un gasto fijo del presupuesto mensual de una persona o familia, recalca Antonio Cornejo, gerente de Fondos de la administradora Fiducia.
Sin embargo, es posible adaptar ese monto a la realidad financiera del momento, aclara Berta Romero, experta en finanzas personales. Por ejemplo, si sus ingresos se han visto disminuidos en los últimos meses, como consecuencia de la pandemia, puede ajustar el ahorro mensual.
Lo recomendable es ahorrar al menos un 10% de los ingresos mensuales. En tiempos difíciles, ese porcentaje puede ser un menor, sin abandonar el hábito.
Para mantenerse enfocado y motivado, el ahorro debe ir destinado a una meta específica. Por ejemplo, la entrada de un automotor o una casa, estudios propios o de hijos, un plan de jubilación.
No obstante, la primera meta debe ser contar con un fondo para imprevistos, que esté disponible en cualquier momento en una cuenta de ahorros regular, subraya Romero. Lo ideal es que ese capital sea, al menos, tres veces los ingresos mensuales.
Una vez que se defina cualquier otro plan de ahorro, hay diferentes alternativas en el mercado financiero o bursátil que puedan ayudarle a gestionar su capital.
Una de ellas son las cuentas de ahorro programado, con aportes fijos mensuales, que va ganando intereses. Funciona como una transferencia automática, de una cuenta a otra del mismo cliente.
También, están las pólizas de acumulación o depósitos a plazo fijo de las entidades financieras, en la que se coloca el dinero por un tiempo determinado, con el objetivo de que vaya ganando intereses. Ese plazo puede ir desde tres meses hasta un año. El monto mínimo de inversión suele ser de USD 500.
El mercado bursátil ofrece otras opciones. Están, por ejemplo, los fondos de inversión, gestionados por administradoras o fideicomisos, regulados por la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.
La idea es que este plan de inversión vaya atado a una meta específica, con un plazo determinado para alcanzarla.
“Un fondo es un patrimonio o portafolio común, que se conforma con el aporte de varios inversionistas”, explica Cornejo. Una característica de los fondos es que el capital se destine a diferentes alternativas de inversión, lo que garantiza mayor seguridad. Los bonos corporativos suelen ser unas de las opciones de inversión de un fondo, también las pólizas bancarias.
La inversión mínima en un fondo depende de los reglamentos internos. En Fiducia puede ser desde los USD 25 mensuales. La rentabilidad anual está entre 4,5 y 7,5%.
El plazo de permanencia fija del dinero va desde los 30 días hasta un año. Fiducia cuenta con una aplicación móvil, denominada Mi Fondo, que guía a las personas a comenzar una inversión, recomendándole el fondo y plan acorde a su meta.
