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El Jefe Eres Tú
6 de mayo de 2019 16:40

Las peleas en el trabajo no siempre son líos personales

Imagen referencial. En los negocios hay conflictos graves por personalidad, mala actitud, etc. Eso impacta a la productividad. Foto: Pxhere

Imagen referencial. En los negocios hay conflictos graves por personalidad, mala actitud, etc. Eso impacta a la productividad. Foto: Pxhere

Redacción El jefe eres tú

Las fricciones del día a día entre compañeros de la oficina no deben crecer y convertirse en disputas. Si esto ocurre la productividad y el ambiente quedan afectados. Lo mejor es tratar a tiempo estas situaciones por bien de todos.

El grupo español P&A, vinculado a temas empresariales y de recursos humanos (RR.HH.),dice que estos son los conflictos estructurales. Se trata de problemas dentro un grupo laboral que no cesan de ninguna manera; terminan y, en el momento menos pensado, estallan de nuevo.

“Conflictos de voluntad, de personalidad y de ideas. Conflictos de planes y estrategias, conflictos de intereses. El mundo del trabajo se caracteriza por el conflicto”, cita la consultora.

En esos momentos es cuando los directivos o los dueños de un negocio deben tener la agudeza para darse cuenta que los problemas no tienen nada que ver con alguna pelea entre dos o más personas del equipo, sino que uno o varios elementos realmente bloquean el trabajo.

Cuando una persona quiere imponer algo y se niega a ceder será casi imposible que mejore la situación dentro del grupo laboral. Es necesario, entonces, que el departamento de RR.HH hable con las partes en conflicto y, principalmente, con la persona que genera problemas.

Consejos para evitar conflictos

Los directivos, dueños de negocios o integrantes del departamento de RR.HH. deben intervenir de manera personal apenas se generen los conflictos. “Hacerse los de la vista gorda” no solo que no traerá soluciones sino que llevará a que el problema dentro del equipo laboral crezca. La productividad, en estos casos, siempre baja.

Escuchar a las dos partes es fundamental. Es necesario actuar sin tomar partido por alguna de ellas. Las empresas deben actuar con justicia y establecer correctivos dentro de los equipos de trabajo considerados conflictivos.

Resolver los problemas con el diálogo es una primera opción. Si eso no funciona será necesario que se establezcan sanciones sobre la persona que genere conflictos. Por ejemplo, si un jefe obliga a sus empleados a trabajar fuera del horario establecido y no hace caso de que eso debe parar será necesario establecer sanciones.

Cuando se producen abusos por parte de empleadores o jefes, el trabajador tiene la opción de establecer quejas ante el Ministerio de Trabajo o demandar por acoso laboral. Esto representa un impacto social y económico para las empresas. Para evitar malos ratos es mejor lograr soluciones.

La consultora P&A indica que los conflictos bien gestionados pueden llegar a resultar beneficiosos y productivos, haciendo crecer a las personas y la organización. Es importante siempre estar atentos a los mismos en un negocio.