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El Jefe Eres Tú
13 de julio de 2020 12:28

En la vida, hay deudas buenas y malas

Imagen referencial. Un consejo es fijarse una meta: comprar un bien, pagar sus estudios, reducir una deuda, etc. Foto: Pxhere

Las personas deben saber que endeudarse para comprar casas, terrenos u otros bienes es una acción positiva. Foto: Pxhere

Redacción El Jefe Eres Tú (I)

No todas las obligaciones que tiene una persona son malas. Hay mucha gente que lo hace para cumplir una meta y, de forma ordenada, logra pagarlas.

Sin embargo, los problemas aparecen cuando por descuido, desorden financiero, pérdida de los ingresos u otros factores externos la persona comienza a fallar en el pago.

Tras la pandemia, esto le sucedió a Carolina Paredes, a quien le redujeron su sueldo y comenzó a tener inconvenientes para cancelar la cuota de un préstamo. “Tenía que organizarme mejor con los ingresos que tenía. Dos meses estuve fregada. Luego hice un presupuesto, reduje gastos y me puse al día. Pago todos los meses un crédito que saqué para una operación, gracias a la cual estoy sana. Como hay deudas buenas, hay malas”, dice.

El tema clave es diferenciar entre una y otra. La buena permite adquirir un activo que a la larga será productivo. Por ejemplo, la compra de una casa o departamento, la educación de los hijos o la puesta en marcha de un negocio; la mala implica pedir plata para comprar cosas que no necesitamos.

La deuda mala se destina, casi siempre, al consumo. Y el agravante es que crece con el mal uso de la tarjeta.

El endeudamiento es un ahorro forzoso, en la medida que utilizamos de mejor manera los ingresos, sin malgastarlos. Una deuda buena será aquella en la que el producto adquirido dura más allá del plazo del crédito acordado con la entidad financiera o comercial, por ejemplo una casa, un terreno, un negocio, un electrodoméstico o, incluso, un carro que se mantenga o se compre para trabajo.

Si nos endeudamos para viajes, alimentos, fiestas, etc. será una obligación mala porque se consume en un tiempo menor de lo que una persona se demora para pagar el crédito.

Cuando comienza a haber problemas para cancelar una de ellas viene la afectación emocional.

Las preocupaciones financieras son una fuente constante de ansiedad, lo cual es comprensible dada la inseguridad de la economía actual. Angustiarse no permite a las personas estudiar cómo superar los problemas.

Por eso, lo más importante es buscar ayuda. Los bancos tienen alternativas para apoyar a los clientes en reorganizar sus finanzas; también existen personas que ofrecen este servicio a un costo bajo.

Las deudas buenas son aquellas en que aumenta el valor del bien adquirido con el paso del tiempo, de forma que en el futuro valdrán más de su precio inicial más costo de financiación.

Las deudas malas incluyen todas las que se contraen para adquirir bienes que no necesitamos o que no podemos permitirnos, por ejemplo un televisor de 60 pulgadas.