placeholder
En Las Aulas
26 de febrero de 2020 17:09

El refrigerio escolar ahora será asunto de ley

Escuela República de Alemania recibe alimentos. Foto: Vicente Costales / ÚN

Escuela República de Alemania recibe alimentos. Foto: Vicente Costales / ÚN

Yadira Trujillo Mina

Los asambleístas que construyeron la propuesta de Ley de Alimentación Escolar, recientemente aprobada, visitaron planteles de cuatro provincias. “Los niños ya no querían comer las raciones del programa. Están cansados de recibir siempre lo mismo”, cuenta el asambleísta Mauricio Proaño.

Desde 1999, en Ecuador existe el Programa de Alimentación Escolar, a través del cual los estudiantes del sistema fiscal reciben un refrigerio compuesto por una galleta y una leche o jugo.

En los últimos tres años, de 2,6 millones a 2,9 millones de alumnos (más del 90%) recibieron la ración.

A través de la ley -precisa el presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea, Jimmy Candell- se busca institucionalizar los planes y programas de alimentación escolar del Ministerio de Educación, a través de convenios con agencias internacionales de cooperación.

“La meta es lograr que la alimentación escolar se vuelva política de Estado, como sugieren los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, argumenta Proaño.

¿Y qué pasa en las escuelas? Melany, de 5 años, de la Escuela República de Alemania, de Quito, dijo que la galleta no le gusta y que se la lleva a su hermano, de 3. Su compañero Luis comió todo, pues no alcanzó a desayunar en casa. Ellos y sus compañeros de otros grados contaron que tras las clases, en su hogar, les espera el almuerzo compuesto por sopa y arroz con pollo o carne.

La directora, Yolanda Ortiz, detalló que les dan más de 3 000 raciones para 194 alumnos para unos 22 días. A veces, para no desperdiciar, ofrecen doble ración a quien lo desea, porque reciben más de la cuenta (para 240 estudiantes).

El Programa de Alimentación Escolar tiene más de dos décadas. ¿Para qué se necesita una ley? Un programa -anota Proaño- no es obligatorio, mientras que la ley dará paso a la atención integral de la alimentación de niños y adolescentes.
La normativa busca enfrentar males que afectan a niños ecuatorianos, como desnutrición, malnutrición y sobrepeso. Proaño sostiene que al Ecuador los tratamientos por esas deficiencias le cuestan USD 4 200 millones al año, según la Cepal.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura dice que la Ley contempla aspectos que han dado buenos resultados en la región; entre otros, los mecanismos de participación inclusivos y la incorporación de alimentos frescos al refrigerio.

Es importante -añade- la descentralización de la gestión del programa. La Ley de Alimentación Escolar plantea la participación de la agricultura familiar y campesina para la dotación de hasta el 35% de productos de la comida escolar.