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Farándula
4 de septiembre de 2020 16:28

Una amistad muy dañina

El amigo imaginario de un niño sembrará el terror en toda su familia en una película de suspenso y terror que se estrena hoy en todas  las salas de cine del Ecuador. Foto: IMBD

El amigo imaginario de un niño sembrará el terror en toda su familia en una película de suspenso y terror que se estrena hoy en todas las salas de cine del Ecuador. Foto: IMBD

Fernando Criollo.  Redactor (I)

Los niños suelen tener una imaginación tan activa que, incluso, llegan a compartir su tiempo con amigos imaginarios. Pero cuando ese personaje no es tan invisible ni tan amigable, las cosas pueden convertirse en una pesadilla.

Esa es la idea que le da forma a ‘Z’, una película de terror paranormal que llega a la cartelera nacional desde Canadá. Con caras nuevas en la pantalla, Brandon Christensen intenta darle una perspectiva fresca a la conocida historia de fantasmas, en su segundo largometraje como director.

La historia se centra en Joshua (Jett Klyne), un niño de ocho años quien comienza a hablar con un amigo imaginario llamado Z.

Por un lado, su padre (Sean Rogerson) que pasa la mayor parte del tiempo ausente en casa debido al trabajo. No le presta mucha atención, porque cree que es una etapa de la niñez. Su madre (Keegan Connor Tracy), por otro lado, empieza a notar ciertos cambios en su hijo que le hacen sospechar que hay algo extraño, que va más allá de la fantasía infantil.

Esos cambios de conducta en Joshua y la forma en que se ponen en escena una serie de extraños acontecimientos le harán preguntarse al espectador si el señor Z es solo un producto de la imaginación o acaso hay alguien detrás de esa siniestra presencia.

En ese punto, el filme pretende ir más allá y jugar entre los límites de la fantasía y la posibilidad de un trastorno mental, para aumentar el peso de la intriga y donde el pasado también será un elemento clave en el curso de la historia. De esta manera deja que el espectador elabore sus propias conjeturas sobre cuál de los personajes ha traspasado ese límite.

Sin complicarse con temas filosóficos o existenciales, ‘Z’ inclina la balanza hacia el entretenimiento a golpe de efectos de cámara, luz y sonido. Todo esto busca complacer el gusto por los sobresaltos y las emociones fuertes en los espectadores que gustan del género del suspenso.