‘El diablo a todas horas’, una fábula del tipo criminal
Ni todas las fábulas tienen moraleja ni todos los finales son felices. Eso queda claro en ‘El diablo a todas horas’. Se trata de una adaptación al cine de la novela homónima escrita por Donald Ray Pollock y estrenada en Netflix bajo la dirección de Antonio Campos.
Si el título sugiere un encuentro inevitable con el mal, los perturbadores acontecimientos que se narran en el filme lo confirman. Quizá lo más inquietante es que las formas del drama y la violencia que definen la película provienen de la naturaleza humana.
El propio autor del libro participa en este filme como el narrador de una historia ambientada en una zona rural de los Estados Unidos, en medio de una comunidad de costumbres religiosas, en un período que va de la Segunda Guerra Mundial hasta los inicios de la guerra de Vietnam.
En ese escenario, la película –con ayuda del narrador- irá extendiendo los hilos que conecta a un hombre que busca en la oración la forma de aplacar los traumas de la guerra, un predicador que se aprovecha de la fe para cumplir sus más oscuros deseos, una pareja que satisface su placer con el sufrimiento de otros y un policía corrupto que solo busca el bien personal.
En medio aparece Tom Holland con una interpretación elocuente, dándole vida a Arvin Russell, un muchacho que crece en ese lugar, sin saber los dilemas que tendrá que enfrentar en su vida.
Un elenco que demuestra talento (Robert Pattinson, Bill Skarsgård y Haley Bennett), una esmerada producción para reconstruir la época y el abordaje psicológico de los personajes le dan impulso a esta magnético relato.
La obra
El libro de Donald Ray Pollock está ambientado en el pueblo en el que nació y creció el escritor estadounidense.
‘El diablo a todas horas’ es el sexto largometraje del director neoyorquino Antonio Campos.