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Futbolero
20 de julio de 2020 15:56

América confía en un técnico  guambrito para guiar a pelados

El DT Miguel Bravo y su cuerpo técnico del América  para el campeonato de la B. Foto: Cortesía América

El DT Miguel Bravo y su cuerpo técnico del América para el campeonato de la B. Foto: Cortesía América

Mauricio Bayas (D)

En la cancha de entrenamiento es para confundirse con un jugador más. El quiteño Miguel Bravo colgó sus zapatos de fútbol y escogió la tabla para hacer dibujos y probar sistemas de juego.

La pasión por ser entrenador pudo más que las ganas de seguir jugando. Miguelito, como le dicen sus amigos, se retiró del fútbol en el 2017 cuando tenía 30 años. Su último club fue el Clan Juvenil.

Él nació en las formativas de Liga de Quito. Allí estuvo en las categorías Sub 16, 18 y 20. No pudo debutar en el equipo de Primera y se fue a Espoli.

En el plantel policial jugó tres años. En el 2009 fue prestado a Emelec. Católica, Deportivo Cuenca, El Nacional, Deportivo Quito y el Clan completaron su recorrido.

Mientras seguía activo comenzó siempre a revisar videos de los partidos y estudiar. Entró a estudiar a distancia en la Asociación de Técnicos de Fútbol Argentino.

Allí se preparó durante dos años. Tenía el gusto de alternar la preparación académica con los entrenamientos diarios. Aunque en realidad siempre tuvo el gusto por anotar cosas en sus libretas como ejercicios, movimientos tácticos, estrategias...

Uno de los técnicos que le marcó en su carrera fue Luis Soler en el Deportivo Cuenca. “Era un apasionado al hablar de táctica. En los entrenamientos se sentía la vocación por ser técnico. Una de sus ventajas es que fue un futbolista activo y sabe cómo es el trato con el jugador”, manifestó Soler.

No fue una decisión fácil dejar la cancha para colgarse un silbato y comenzar a dar instrucciones a jugadores.


El 2016, en diciembre, fue un momento de sensaciones encontradas. Viajó a Argentina a graduarse como estratega. Allí pudo compartir experiencias con Gabriel Milito y resolvió empezar su carrera como estratega en las juveniles. Volvió a tener una oportunidad en LDU.

Allí trabajaba en la Sub 18 y en el equipo de Reserva como asistente. Fueron sus primeros pasos con el fútbol formativo. Después se le abrió la puerta en el Aucas.

Allí compartía experiencias con Máximo Villafañe hasta el año pasado. Curiosamente, la salida de Villafañe del plantel de Primera de Aucas le abrió la puerta al profesionalismo a Bravo. Al salir Villafañe, el DT argentino Darío Tempesta fue contratado por el club oriental y los ‘cebollitas’ se quedaron sin entrenador.

La directiva del América se comunicó de inmediato con Bravo para ofrecerle el puesto de entrenador, y no dudó en aceptar el reto.

La relación de amistad con Tempesta le permitió recibir un informe detallado del plantel de jugadores y de los entrenamientos realizados durante el confinamiento.
Bravo está contento con el grupo de trabajo. Tiene un plantel joven, pero también la cuota de experiencia. El DT está pendiente de cada detalle. Incluso habla con los jugadores sobre nutrición, el tipo de alimentación que deben llevar, el descanso...

“Estoy contento por el desafío. Cuando me retiré del fútbol, siempre tuve la meta de dirigir en primera división y se me da joven, que era mi idea. Me siento preparado para asumir este reto y hacerlo de la mejor manera”, mencionó el DT Ibarra
El cuerpo técnico ‘Cebollita’ estará integrado por el argentino Lorenzo Frutos como asistente técnico y Henry Chávez en la preparación física. Además, el exarquero Robinson Sánchez se encargará de la preparación de goleros. Su gran misión será volver a la Serie A.