placeholder
Futbolero
1 de noviembre de 2016 14:57

El carácter le juega malas pasadas a  Alemán

Brahian Alemán

Brahian Alemán intenta rematar el balón el 31 d eoctubre, durante la práctica en el complejo deportivo de Pomasqui. Foto: Patricio Terán / ÚN

David Paredes

Brahian Alemán conversa con los extranjeros de Liga mientras Daniel Viteri practica con los otros arqueros. Ambos ya ‘firmaron’ un pacto de paz tras los incidentes del sábado 29 de octubre en el juego ante Católica.

Durante el entrenamiento del 31 de octubre, todo volvió a la normalidad y al parecer esta bronca quedó en el olvido. Ambos jugadores están tranquilitos, hasta parecen mansas palomas. Cuando al mediocampista ‘yorugua’ se le pregunta sobre el tema, solo mueve la mano y no pronuncia ni una sola palabra, mientras que el ‘Mono’ Viteri es más calmado. Dice que todo fue producto de la calentura del partido.

“Todo fue por una pelota que se fue por el lado en el que él venía. Entramos en discusión y luego todo se calmó”, dice el golero de la ‘U’.

Viteri asegura que ambos tienen temperamento fuerte, por eso ofreció disculpas y aclaró que por ahora todo el equipo rema hacia el mismo objetivo: quedar terceros y clasificar a la Libertadores.

Pero el tema de Alemán ha sido reiterativo. Increpa a compañeros y hasta a los hinchas. Es un fosforito que en cualquier rato se enciende y genera pequeños incendios.

La semana pasada increpó a Luis Romero porque durante el entrenamiento hubo pierna fuerte en una jugada. Después todo se calmó. Algo parecido sucedió después del cotejo del fin de semana. Los hinchas insultaron al mediocampista charrúa y este se calentó y quiso irse a los golpes.

Sus compañeros aseguran que este tipo de reacciones son parte de su carácter. En varias ocasiones se calienta y por momentos no entiende razones ni argumentos.
“Es de esos jugadores que no les gusta perder. Lo que sucedió en la Casa Blanca es producto de la impotencia. De no querer equivocarse”, dice Julio Ayoví, zaguero de Liga de Quito.

El DT Álex Aguinaga trató de solucionar el tema rápidamente. El domingo los jugadores se reunieron en Pomasqui y conversaron, estrecharon las manos e hicieron las paces.

El lunes 31 de octubre, como parte de este convenio de paz, Norberto Araujo organizó un asado después del entrenamiento. El objetivo era limar asperezas entre compañeros y compartir como una familia.

“Todos tenemos el objetivo de ganarnos el cupo a la Copa Libertadores. Para eso estamos trabajando juntos”, dice Romero, otra de las ‘víctimas’ del’yorugua’.

En la dirigencia, las peleas del mediocampista también se ven como cuestión de la calentura de los entrenamientos y de los partidos. Según Santiago Jácome, gerente deportivo, Alemán se quedará en el club por un largo rato. En julio, los directivos y el futbolista firmaron un contrato de renovación: vestirá la camiseta alba hasta diciembre del 2017.

El charrúa, quien fue una de las contrataciones más sonadas de Liga, ha jugado 32 partidos, fue suplente en tres ocasiones y ha marcado cuatro goles. Un rendimiento que todavía está lejano a lo que hizo en Barcelona la temporada pasada.