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Futbolero
26 de junio de 2017 10:33

Delfín es un equipo mágico

El golero Pedro Ortiz, Geovanny Nazareno y Henry Canga del Delfín ante Ariel ‘Loco’ Nahuelpan. Foto: Enrique Pesantes/ ÚN

El golero Pedro Ortiz, Geovanny Nazareno y Henry Canga del Delfín ante Ariel ‘Loco’ Nahuelpan. Foto: Enrique Pesantes/ ÚN

Pablo Campos


Semana a semana, la pregunta siempre fue ¿cuándo se cae el Delfín? Nadie parecía tener la respuesta. Todo hacía presagiar que el invicto iba a terminarse ayer (domingo 25 de junio del 2017) en la visita al poderoso campeón Barcelona en el Monumental.

Pero, este Delfín es un equipo mágico. Es un cuadro de leones indomables enfocados en el objetivo de hacer historia. La comunión del equipo, de la hinchada, de la dirigencia hace presagiar que la historia del cuadro azul -invitado no programado en la élite- tendrá un final feliz.

Ayer perdía el Delfín con un gol del ‘Wacho’ Vera, pero la adversidad nunca fue un obstáculo. El Delfín viene de Manta, una ciudad que sigue levantándose tras el terrible terremoto del 16 abril de 2016. El equipo se deja llevar por el bravío de su gente: esa es su principal motivación para salir a la cancha con el cuchillo entre los dientes.

No claudicó el Delfín. Tomó la lanza y se fue para el frente creyendo que un empate era posible. Y allí le quedó un tiro libre a Carlitos Garcés, el ariete del equipo que no se había entrenado con normalidad durante la semana.

Carlitos le pegó suave al balón, buscó colocarla, pero el esférico le quedó al centro, fácil para la ubicación de Máximo Banguera, quien volvió a ser el de antes y dio papaya. El balón se fue suavito a las redes, con suspenso, con angustia, con sufrimiento.

Pero, lo mejor siempre está por venir. Barcelona era un toro furioso y herido que embestía para lastimar al rival. Era un partido de los que le gustaba al Delfín que liquidó al contragolpe con el tanto de la ‘Tuca’ Ordóñez. El miércoles podría ganar la etapa, si Barcelona pierde ante Emelec ya podrá celebrar. Si no, necesitaría un punto más. Tiene dos juegos por disputar.