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Futbolero
25 de octubre de 2018 11:52

La zaga criolla: película de terror

La última victoria de El Nacional en el torneo fue el 2 de septiembre, cuando el equipo venció 2-1 a Universidad Católica. Foto: archivo / ÚN

La última victoria de El Nacional en el torneo fue el 2 de septiembre, cuando el equipo venció 2-1 a Universidad Católica. Foto: archivo / ÚN

Mauricio Bayas
(D)

El Nacional ha tenido un dolor de cabeza todo el año. Los triunfos que ha logrado en el campeonato nacional han sido angustiosos, hay empates amargos y derrotas cargadas de dolor.

En dos partidos tenía ventaja en el marcador, pero por su inseguridad defensiva terminó cediendo puntos. Contra el Delfín marcó tres tantos y los manabitas empataron. En Ambato, contra Macará, la historia se repitió. Tenía dos goles arriba y le igualaron.

El ‘profe’ Eduardo Favaro no encuentra las respuestas precisas al problema. Sin embargo, los indicadores defensivos evidencian que la fragilidad del equipo está en su defensa. Atrás, el rojo, hace agua por todo lado.

El defensa central Luis Segovia admite que con el ‘Lolo’ se habla todas las semanas de lo que ocurre. “Lamentablemente nos han hecho demasiados goles.

Es hasta sicológico. Cuando estamos en ventaja el equipo tiene la mala costumbre de retroceder algunos metros y nos terminan haciendo goles”, reconoció Segovia.

En los últimos partidos, Segovia ha jugado como lateral izquierda por la ausencia de los titulares. También ha hecho dupla con Javier Quiñónez. En la intención de buscar soluciones al tema defensivo, Favaro puso a César Batalla junto a Quiñónez.

Pero el problema no se arregla. El técnico ‘yorugua’ no halla el equilibrio entre lo que hacen los delanteros con la solvencia de su defensa en la segunda etapa del campeonato.

Solo hay que revisar los números de la producción y se halla unas perlas.
Por ejemplo, El Nacional en la etapa tiene la mejor delantera. Entre Miguel Parrales, Daniel Angulo, Manuel Balda y Adolfo Muñoz, entre otros, han marcado 26 goles. Pero ha recibido 32 tantos en los 15 juegos.

La directiva del club reconoció que es un problema el bloque defensivo, pero también justifica que las permanentes lesiones han sido un detonante en tener el equilibrio necesario. “La lesión de Garcés (Roberto) influyó en la media cancha. Sí tenemos un problema en la marca del medio campo, no todos los goles son culpa de la defensa y del arquero. Johan Padilla también nos ha salvado en algunos partidos”, manifestó el presidente Tito Manjarrez.

El principal apuro, por ahora, es ganar para calmar las aguas. Favaro en las últimas semanas ha repetido ejercicios tácticos para mejorar los movimientos de todo el bloque.

El gran reto será evitar recibir más goles. El equipo está a un tanto de igualar su peor campaña, la de 1985. Según el registro histórico, en el torneo de ese año, el equipo militar recibió 68 goles, pero en 44 partidos. En el campeonato de 1982 le marcaron 63 goles en 49 juegos.

Este año, en base al registro de la tabla acumulada, el equipo ha recibido 67 tantos en 37 juegos. Es decir, a falta de siete partidos tranquilamente el rojo puede terminar el año con más de 70 goles en su contra.

“La hinchada critica e insulta, pero nosotros hacemos nuestro mejor esfuerzo. No es el mejor año. Entrenamos todos los días y como humanos que somos cometemos errores. El otro día insultaban a Batalla por el autogol, pero no es a propósito”, manifestó el guardameta Johan Padilla.

Tampoco los laterales han sido el mejor sinónimo de rendimiento en este año. Aunque Ángel Gracia ha sido uno de los más regulares en la posición y ha marcado goles importantes de tiro libre, su déficit ha sido a la hora de marcar. Kevin Peralta, por la derecha, es el otro cuestionado en la defensa. El canterano fue uno de los descubrimientos de Favaro ante la carencia de elementos en esa posición.

Tan malo ha sido el rendimiento del rojo que ya lleva siete partidos consecutivos sin ganar. Eso pone más leña al incendio por las críticas que rondan el complejo El Sauce, en Tumbaco.

“Hay que seguir afianzando lo bueno y corrigiendo lo malo, sabiendo que a veces la juventud te puede llevar a eso. Hay que ser valientes, responsables y estamos en ese crecimiento constante del equipo. Nos encontramos por debajo del resto de los equipos, por algo estamos donde estamos”, se dio un baño de verdad Favaro en el único contacto que tuvo con periodistas.

En medio de toda esa tormenta, Manjarrez también tiene que comenzar a negociar con los jugadores. Por ejemplo, el mismo Segovia es uno de los futbolistas a quienes se les termina el contrato y su continuidad está en duda para el próximo campeonato.

Aunque la continuidad de Favaro también está en serias dudas, la prioridad de la directiva será comenzar por estructurar un bloque defensivo con experiencia y seguridad.