Gabbarini, experto en penales... y en pañales
A mitad de este año, el DT Pablo Repetto decidió quién llevaría la banda de capitán hasta el cierre de la temporada.
La salida de Jefferson Intriago al fútbol mexicano dejaba una vacante que debía cubrirse. Sin pensarlo dos veces, el DT uruguayo se reunió con el golero argentino Adrián Gabbarini y se la entregó al frente del grupo.
Esa fue una demostración de afecto del grupo, sobre quien se ha convertido en un verdadero líder, y un héroe para la hinchada. Sus atajadas y su forma de comportarse en la cancha le hicieron acreedor a elogios y mimos. El más especial, llevar la ‘U’ en el brazo derecho.
“Para los que convivimos en el vestuario del club, es indiferente quién lleva la banda. Este año Pablo decidió que la llevara yo. Pero no por eso dejan de ser importantes el resto de mis compañeros o el ‘Enano’ (Édison Vega), que la llevó el año pasado y es un gran referente para el grupo. Para mí es una linda muestra de responsabilidad. Al final yo me manejo igual con o sin cinta de capitán”, asegura Gabbarini.
Esta no es la primera vez que es el líder dentro de la cancha. En Olimpo, su último club en Argentina, también tuvo semejante responsabilidad. Pero ahora con los albos tiene un sabor distinto. De ganar mañana, 16 de noviembre del 2019, la final de la Copa Ecuador en Manta, será él quien levante el trofeo.
El ‘capi’ de los albos además tiene una motivación extra. Hace cinco meses fue papá. Su amada Oriana Luján nació en Quito y es liguista. Ya se puso la casaca blanca y saltó a la cancha del estadio Rodrigo Paz Delgado. Su debut fue nada más y nada menos que en la primera final de la Copa Ecuador.
“El año pasado tomamos una decisión de vida. Con mi señora quisimos quedarnos en el Ecuador para que la nena nazca acá. El club me ha dado todas las facilidades y ahora es una de mis motivaciones”, dice ‘Gabba’.
Cuando habla de ella se le iluminan los ojos. Le confesó a ÚLTIMAS que le puso como segundo nombre Luján, por una promesa que le hizo a la Virgen.
“Le pusimos Oriana porque nos gustó el nombre. Luján es por una promesa que le hice a la Virgen. Desde antes de saber que mi señora estaba embarazada, ya sabía que iba a tener una niña”, dice el golero.
Al igual que en los penales, el golero argentino se volvió experto en cambiar pañales y preparar biberones. Su Oriana se transformó en su motor y es en ella en quien piensa cada vez que sale a la cancha. El domingo anterior la presentó a los hinchas y desde entonces no ha parado de publicar sus fotos en el estadio.
