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Futbolero
1 de marzo de 2019 12:20

Gustavo Vallecilla le cumplió el sueño a su padre gracias a la Tricolor

Gustavo Vallecilla posa para la cámara de ÚLTIMAS después de una de las prácticas de Aucas. Foto: David Paredes / ÚN

Gustavo Vallecilla posa para la cámara de ÚLTIMAS después de una de las prácticas de Aucas. Foto: David Paredes / ÚN

David Paredes
(D)

Gustavo Vallecilla lucía inquieto. Observaba a sus compañeros después de la práctica como pidiendo ayuda en silencio. Pocos minutos antes, el DT Eduardo Favaro le había informado sobre su convocatoria en Aucas para el duelo del fin de semana.

Por eso, algo tímido, se le acercó al estratega ‘yorugua’ para informarle que todavía no tenía uniforme de concentración y de presentación.

“Me viste con cara de utilero. Andá y pregúntale a la gente de adentro”, le respondió el uruguayo en tono de broma.

Así empezó su primer día de concentración con los orientales, después de proclamarse campeón del Sudamericano Sub 20 con la Selección.

Vallecilla asegura que vivió momentos inolvidables con los guambras de la Tri. Se hizo pana de Leonardo Campana y hasta llegó a entender casi a la perfección cómo jugaba.

“La acción del gol de Campana, donde yo le hago el pase, no fue casualidad. La hicimos ante Colombia y la repetimos en el último partido. Me la jugué con esa corrida y el centro y llegó el gran gol”, dice el defensor.

A este guambra de 19 años, el fútbol le permitió crecer como persona. Salió de su casa, en Esmeraldas (capital), a los 15 años para jugar en su primer equipo profesional. Deportivo Cuenca le abrió las puertas y lo formó como defensor.

“Salí joven de mi casa. No se me pegó el acento cuencano, porque siempre viví con pura gente de la costa”, decía el central.

Ser campeón sudamericano fue el premio a todo el esfuerzo que hizo por el fútbol. Tres días antes de viajar a Chile, nació su pequeño Lian Ezequiel, su primogénito.

No tuvo todo el tiempo que un papá primerizo quisiera para conocer a su retoño. Al regresar al país, con la medalla de campeón, le tocó hacer una visita fugaz a Cuenca para ver a su bebé.

“Lian fue toda mi inspiración en el Sudamericano. Hablaba con él por teléfono y videollamadas, pero no es lo mismo. Este mes ya viene a Quito y ahí sí voy a darle todo el cariño y lo que yo no tuve”, dice orgulloso el defensor de la Tricolor que jugará el Mundial Sub 20 en Polonia.

Haber vestido la camiseta de la Tri también significó cumplirle un sueño a su papá. Don Miguel Vallecilla esperaba verlo crecer en el balompié hasta convertirse en seleccionado.

Por eso, cuando Hernán Darío Gómez lo citó para amistosos en Estados Unidos, soltó lágrimas y le agradeció a Gustavo. Ahora con la Sub 20 también estuvo presente.

“Nadie se esperaba que el ‘Bolillo’ me convocara a la Selección absoluta. Nos tomó a todos por sorpresa. Son de esas experiencias que te quedan marcadas para toda la vida”, asegura Vallecilla, quien no tuvo minutos con la Tri absoluta. Estuvo en el banco de suplentes, pero se codeó con los que él consideraba sus ídolos.

Miguel y Pastora, su madre, fueron las primeras personas de su familia que lo felicitaron en ese entonces y cuando ganó el Sudamericano, en Chile.

“Estaban felices por lo que habíamos logrado. Mi papá se puso a llorar. Estoy agradecido, porque le pude cumplir el sueño de verme jugar en la Selección”, dice con algo de orgullo mientras sus compañeros de Aucas lo observan.

Sus compañeros en Aucas lo han recibido de buena forma. Incluso los más experimentados le hacen bromas y le brindan consejos. Dice que se siente como en casa cada vez que pisa la cancha del estadio Gonzalo Pozo Ripalda.

Su debut con los orientales está en manos del ‘profe’ Favaro. El uruguayo quiere verlo más activo en los entrenamientos antes de mandarlo a la cancha. En Aucas la adaptación ha sido llevadera. Comparte con cuatro más que fueron parte de la Tri Sub 20 y está aprendiendo de los más grandes.

Ahora una de sus metas es ganarse un puesto en el once titular. Esa misión no será tan fácil, porque en su misma posición está el manabita Luis Romero y Juan Gabriel Lara, quienes se lucieron en la temporada pasada.

Eso sí, está tranquilo. Favaro quiere que los peladitos tengan su espacio en el equipo. Los irá probando en función de cómo estén en el torneo. Ya le dijo a ÚLTIMAS a inicios del año. El charrúa quiere que los muchachos estén bien cobijados por más grandes para que no sientan toda la responsabilidad.