Hermanos Cárdenas, albos y criollos

En la casa de la familia Cárdenas se respira fútbol. Los guaguas siguieron los pasos de papá José, pero tuvieron mejor suerte.

José Antonio ya ataja en el primer equipo de El Nacional. Este año le tocó jugar de titular en seis partidos tras la lesión del esmeraldeño Johan Padilla. Tuvo su chance y la supo aprovechar. Ahora está siempre bajo la lupa del ‘profe’ Eduardo Favaro.

En cualquier momento se vuelve a calzar los guantes para saltar a la cancha.
Julio César, su ñaño ‘chiquito’, también le cogió gusto a las voladas y atajadas extremas. Desde el año pasado ha tenido chance de entrenarse con el primer equipo de Liga de Quito.

“Mi historia en el arco es distinta a la de mi hermano. A los 9 años era jugador de campo de El Nacional y un día pedí que me den chance de arquero”, dice Julito.
José Antonio reconoce que su ñaño ha tenido mejor suerte. Si bien él ahora es uno de los arqueros principales del ‘Bitri’, a Julio todo le está pasando más rápido.

“Siempre le digo a mi hermano que aproveche el momento. Tiene apenas 17 años y ya está en la Selección. A su edad le dieron chance de subir al primer equipo. Eso es clave para su aprendizaje”, dice José Antonio.

Humberto Pretti, preparador de arqueros de Liga, fue quien lo formó. Lo tiene desde que era peladito en la Sub 12. Él es quien lo subió al primer equipo con la venia del DT Álex Aguinaga. También tuvo su chance con el técnico uruguayo Gustavo Munúa.

Los ñaños Cárdenas ya se enfrentaron el año pasado, Julio defendió el arco de la ‘U’ y José el del Nacho.

“Yo sufría desde mi arco por mi hermano. Le pedía a Dios que no le lleguen tanto”, dice riendo el arquero suplente de Padilla.