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Futbolero
26 de febrero de 2019 12:29

Hernán Galíndez es más ecuatoriano que el yahuarlocro

Hernán Galíndez lleva ocho años en el país  y ayer, 25 de febrero del 2019, consiguió su naturalización como ecuatoriano. Foto: ÚN

Hernán Galíndez lleva ocho años en el país y ayer, 25 de febrero del 2019, consiguió su naturalización como ecuatoriano. Foto: ÚN

Pablo Campos
(D)

Tiene una vocación natural para la docencia. Es locuaz, histriónico, pero paciente para repetir las indicaciones. Lo rodea un grupo de chiquillos de las divisiones juveniles de Universidad Católica, quienes minutos antes lo habían cosido a balonazos para las fotografías que acompañan esta nota.

Hernán Galíndez se muestra solícito para la producción de ÚLTIMAS. “Ahora lanzame a media altura, voy a volar para acá”, indica en el arco sur del complejo de La Armenia, el cuartel de entrenamiento de la U. Católica.

Galíndez hace de maestro del grupo. Explica la forma correcta de caer cuando se descuelga un balón del aire: los músculos intercostales son los primeros que deben tocar el césped en la caída y no la mano o el brazo. “Si pones el brazo o la mano primero te puedes lesionar. Recuerda además que la fuerza para contener el balonazo debe venir del antebrazo, no de la mano”, dice, en tono didáctico.

En su equipo es querido y respetado. En el camerino es la voz cantante junto a su amigo Facundo Martínez.

El arquero argentino consiguió ayer, 25 de febrero del 2019, su carta de naturalización como ecuatoriano. Lo hizo luego de un largo proceso que lo tenía intranquilo. Contrató un abogado y también recibió la ayuda de los dirigentes de Universidad Católica para conseguir la firma del presidente Lenín Moreno.

“El señor Hernán Galíndez ha demostrado suficiente sentido de pertenencia a la sociedad ecuatoriana y cumple con los requisitos para el otorgamiento de Cartas de Naturalización. Por tanto, se decreta otorgar la nacionalidad ecuatoriana por servicios relevantes”, dice el oficio.

“Ahora solo puedo decir gracias. Estoy pasando uno de los momentos más felices de mi vida. Quiero disfrutar el momento. ¡Soy ecuatoriano carajo!”, escribió en su cuenta de Twitter.

El proceso fue largo y tedioso. El 1 de Católica cumplía con los requisitos para adquirir la naturalización: lleva ocho años viviendo en el país y tres con cédula de residente. Además, en el país nació su primogénito: Estéfano, de dos años. Sin embargo, el papelito tardaba en llegar, hasta ayer.

Su hermano mellizo Gonzalo da fe que cada vez que viaja a su natal Rosario vive hablando maravillas de Ecuador: los paisajes, la comida, la gente amable, la playa. “Yo siempre digo que Ecuador está mal vendido turísticamente. Es mi criterio. ¡Este es un país maravilloso! ¡Tiene todo! Antes, yo no sé si habría venido de vacaciones, porque no tenía información, pero una vez que conoces este país te enamoras, es un destino mágico, con tanto que recorrer”, relata Galíndez.

Su situación recordaba mucho a la de su amigo ‘Facu’ Martínez, quien alcanzó la naturalización tras un largo proceso. Un dato anecdótico: mientras Martínez esperaba por el trámite, Damián Díaz de Barcelona, con menos años en el país, logró la carta; a Galíndez le pasó lo mismo con Damián Frascarelli, también jugador de BSC.

El cuerpo técnico de Santiago ‘Sachi’ Escobar decidió no utilizarlo en estas tres primeras jornadas hasta que llegase el bendito papel. Su puesto fue ocupado por Ángel Mosquera, que con los tres partidos de este año superó su propia marca de la temporada pasada: Galíndez solo le prestó el arco en uno de los 44 partidos del certamen.

Pero fuera del fútbol, el argentino-ecuatoriano muestra una silenciosa tarea solidaria. Junto a su inseparable amigo Martínez, capitán del equipo, recogieron dinero y colaboraron para la construcción de la vivienda de los juveniles de la ‘Chato’ en La Armenia.

También colaboró con Fútbol Estudio, una organización que procura que los jóvenes jugadores no abandonen los estudios. Durante el 2017 apadrinó a Kevin Burbano, jugador juvenil de Católica y pagó sus estudios, a cambio de buenas calificaciones. Su inseparable amigo Martínez hizo lo mismo con un tal José Cifuentes.

Este último acaba de proclamarse campeón sudamericano con Ecuador, en el torneo Sub 20 de Chile. “El primer jugador que empezó a aportar para un chico fue Hernán Galíndez. Fue un fiel aportante. Él no solo estaba preocupado de Kevin en los estudios, sino también en darle guantes y zapatos”, dijo Cristian Reinoso, de Fútbol Estudio.

El golero recuerda una experiencia solidaria que lo marcó: un día fue a compartir una charla con los internos del centro Virgilio Guerrero. ¿Qué quieren ser cuando salgan de aquí? les preguntó Galíndez a los jóvenes. Uno le respondió: “quiero ser ejemplo. Ejemplo para mis hermanos”. La respuesta desarmó al golero.

El 1 quiere quedarse a vivir en Ecuador, hacer labor social y formar nuevos arqueros. Es más ecuatoriano que el yahuarlocro. Por cierto, Galíndez dice que sí le hace a este platillo.