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Futbolero
4 de octubre de 2018 10:57

Liga de Quito dice: ‘Ahí te voy Macará’

Gastón Rodríguez durante la celebración del gol del triunfo ante Universidad Católica.  José ‘Choclo’ Quintero (izquierda) intenta abrazarlo, tras apoyarse en Édison Vega. Foto: API

Gastón Rodríguez durante la celebración del gol del triunfo ante Universidad Católica. José ‘Choclo’ Quintero (izquierda) intenta abrazarlo, tras apoyarse en Édison Vega. Foto: API para ÚN

Pablo Campos
(I)
pabloc@elcomercio.com

Esta vez la Diosa Fortuna le mostró los dientes al pelado Pablo Repetto. A veces, los técnicos prueban variantes que no funcionan, jugadores que no entran en el calor del partido. Pero ayer, 3 de octubre del 2018, el DT mandó a la cancha al chúcaro Gastón Rodríguez y en la segunda pelota que tocó el uruguayo, se definió el cotejo.

Rodríguez entró al área por el centro y con convicción de cabecear un balón preciso que le colocó al espacio el lateral Christian Cruz. El giro del cuello de Rodríguez fue efectivo y el balón se fue a las redes, sin que la mediación del golero Ángel Mosquera lograse desviar aquel lanzamiento.

Era el minuto 73 del partido ante Católica, un rival que complicó a los albos y que tuvo que renunciar temprano a su habitual fútbol alegre de ataque por la expulsión de su golero Hernán Galíndez.

En el primer tiempo, el golero vio la roja al pifiar un balón frente a Juan Luis Anangonó e intentar frenar el ataque rival metiendo su brazo izquierdo. Por más que le juró y rejuró al juez Diego Lara que había metido el pecho, el juez no compró el engaño y le propició su primera expulsión de la temporada.

La expulsión alteró los planes. El estratega Santiago Escobar tuvo que sacar al volante Richard Calderón para posibilitar el ingreso del guardameta Mosquera. Con uno menos, sin fuerza en un sector fundamental para las salidas de balón como la primera línea de volantes, Católica se dedicó a esperar y jugar con la intención de un rival como Liga de Quito, un equipo al que le ha costado someter a sus rivales desde el juego.

En el segundo tiempo, Michael Chalá reemplazó al inexpresivo Jordy Caicedo, en un intento por cobijar al goleador John Cifuente, pero nada varió para los visitantes. Sin embargo, ayer el triunfo de los albos fue meritorio, buscado. Antes del citado gol de Rodríguez, el equipo buscó y buscó la portería camarera. No se daban por vencidos.

Lluvia de pelotazos al área, remates de media distancia y desbordes continuos por los costados se volvieron la tónica, sobre todo en el segundo tiempo. El gol era cuestión de tiempo y cuestión de Fe.

Rodríguez celebró el tanto llevándose una mano a la oreja y la otra en la boca haciendo señal de silencio a la hinchada, que hasta eso momento estaba en suspenso.

La relación del extranjero con la grada no es la mejor por su rendimiento irregular y por actuaciones tan impopulares como la citada. Sus compañeros intentaron frenar esa reacción, pero el gesto fue demasiado evidente. Juan Luis Anangonó le acarició la cabeza, mientras que José ‘Choclo’ Quintero saltó sobre Édison Vega para intentar abrazar al protagonista del gol del triunfo.

La victoria mejora el escenario para los universitarios que ahora ascienden al quinto lugar de la tabla de posiciones con 18 puntos y un gol diferencia de más tres. El puntaje es idéntico al de Delfín, pero los albos se ponen al frente por haber anotado un gol más.

El domingo 7 de octubre, el conjunto universitario se las verá con el sorprendente líder Macará que los aventaja con cinco puntos. Si vencen, aquella diferencia será de apenas dos puntos. Los escenarios son ideales.