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Futbolero
13 de noviembre de 2019 15:04

‘Oscarín’, la enciclopedia del campeón

Óscar Lara trabaja en el club hace más de 40 años, cuando todavía era amateur. Foto: David Paredes / ÚN

Óscar Lara trabaja en el club hace más de 40 años, cuando todavía era amateur. Foto: David Paredes / ÚN

David Paredes
(D)

Óscar Lara camina por el complejo de Chillo Jijón con su celular siempre en la mano. Está alerta porque en cualquier momento una llamada de directivos o del cuerpo técnico de Independiente del Valle puede cambiar la planificación.

Este sangolquileño de corazón es el que se sabe de pies a cabeza la logística del primer equipo, campeón de la Copa Sudamericana. Está al tanto hasta de lo que comen los guambras del equipo. Pero también es parte de la historia.

Llegó a IDV en 1975, cuando su padre fue proclamado presidente del entonces equipo amateur Independiente. Ya han pasado 44 años desde su primer contacto con el ahora rey de la Sudamericana.

“Mi historia con Independiente se remonta desde antes de la etapa profesional del equipo. Tuve la suerte de estar cercano al club desde 1975. En esa época el equipo todavía no se llamaba Independiente José Terán. Solo se llamaba Independiente”, recuerda Lara.

Al coordinador de los rayados le tocó ver varias celebraciones de títulos. La mayoría amateurs. Incluso fue testigo del primer ascenso a la Segunda Categoría de Pichincha. Dice que fue parte de una dirigencia romántica, de esas que eran plata y persona.

“Sacar del bolsillo unos sucres para pagar a jugadores o comprar uniformes era normal en los 80”, dice ‘Oscarín’, como llaman al coordinador de Primera.

Lara también saca pecho de haber defendido a los rayados en la cancha. Jugó de arquero algunos años. No era tan ‘crack’ como Jorge Pinos o Librado Azcona, quienes defendieron a la institución en las finales de la Sudamericana y Libertadores, respectivamente. Hacía lo que podía bajo los tres palos.

“Tuve la suerte de jugar en el Mejía. En los 80 las selecciones de los colegios eran los equipos. Por ejemplo, los del Montúfar eran El Nacional y los del Mejía de Liga de Quito. Yo, como era del Independiente, defendía esos colores y llevé a algunos amigos a que jugaran conmigo. Ahí empecé a hacer dirigencia”, recuerda ‘Oscarín’.

En el 2006, cuando el equipo estaba estancado en la Segunda, apareció Michel Deller para adquirir el club. Con objetivos claros y con una visión algo ‘loca’ para la época, sacó a flote al club hasta transformarlo en lo que es ahora: campeón continental y una de las canteras más importantes del país.

“Estábamos en Segunda Categoría, estancados y sin proyección alguna. Teníamos nuestro nombre bien ganado en Sangolquí, pero nos faltaba ese impulso”, recuerda el directivo que ha vivido junto al IDV más de 500 partidos.

Deller, el máximo dirigente, vio en Lara y en otro grupo de trabajadores que con ellos se podía mantener ese legado con el Valle. Por eso varios de los que estuvieron en la época amateur y de Segunda se quedaron en el proyecto.

Ahora con la Copa Sudamericana vivió un gran sueño. La medalla no se la saca y tiene cientos de fotos con el trofeo más querido.