Pantallas gigantes en Tulcán para ver a Carapaz en la final del Giro de Italia
Tulcán ha volcado todas sus esperanzas en su hijo pródigo, Richard Carapaz, y está a la espera de que el domingo 2 de junio del 2019 haga historia como campeón del Giro de Italia.
Con apenas 100 000 habitantes, Tulcán sigue el Giro como si fuera una competición local, y todas las mañanas en el mercado de la ciudad se concentran decenas de personas para ver los últimos kilómetros de cada etapa.
"Es la luz de Tulcán en el mundo", dijo de Carapaz el alcalde Cristian Benavides, que ya ha dispuesto el despliegue de grandes pantallas de televisión el domingo por varios lugares de la ciudad para ver la última jornada.
"Es el mejor exponente de Tulcán y de la provincia del Carchi y, por tanto, de Ecuador", afirmó Benavides.
Considerada la capital del ciclismo ecuatoriano, del Carchi han salido, además de Carapaz, Jonathan Caicedo (EF Education First Pro Cycling) y Jonathan Narváez (Ineos, exSky).
Tulcán está pegada a la frontera con Colombia, por lo que parece casi natural que ese fuera el primer destino extranjero de Carapaz.
En 2015 dejó el Coraje Carchense para fichar por el equipo Strongman-Campagnolo. Un año después emprendió su andadura europea y llegó al Movistar Team.
Carapaz, que este miércoles 29 de mayo cumplió 26 años, entró en la etapa 17 del Giro en el vigésimo puesto, con un tiempo de 4 horas, 46 minutos y 13 segundos.
Pero lo hizo por delante de sus principales rivales, el esloveno Primoz Roglic y el italiano Vicenzo Nibali, a los que arrancó un diferencia de 7 segundos en una general que encabeza desde la decimocuarta fracción.
En el patio de comida tradicional de Tulcán, medio centenar de personas siguieron este miércoles su llegada a Anterselva con banderas ecuatorianas y fotos del ciclista.
En la recta final, como si el corredor pudiera oirles, vítores de apoyo, un empujoncito moral de Tulcán en esa subida que, por lo menos a sus aficionados, se les hacía interminable.
Nacido el 29 de mayo de 1993 en la comunidad La Playa, en la parroquia del Carmelo, a 24 kilómetros de Tulcán, Carapaz suele visitar el mercado durante sus cortas estadías.
Así lo aseguró el vendedor de uno de los puestos, quien dijo que el ciclista consume sus buñuelos típicos y jugos de fruta. Los suyos y, probablemente, los de cualquier otro vendedor.
Por estas calles de Tulcán, Carapaz dio su primeros pedaleos dirigido por el ya fallecido entrenador local Juan Carlos Rosero (1962-2013), el hombre que descubrió su talento.
Poco después, siendo aún jovencito, lo tomó bajo su mando el exciclista Paulo Caicedo, del equipo regional Coraje carchense, en momentos en los que el ciclismo en esa región sufría por falta de financiación.
"¡Qué alegría que nos está dando, no solo a los carchenses, a todos los ecuatorianos, a todos los latinoamericanos!", dijo este miércoles mientras veía en el mercado el remate de la etapa.
Sobre aquellos primeros días junto a Carapaz, aseguró que ya "se veía que tenía talento". Era un ciclista "con sueños", apostilló.
"Lo veo campeón, muy campeón", aseguró Caicedo, que lo tuvo dos años en su equipo regional.
Pablo Caicedo, hijo del anterior y que corrió con Carapaz, cree que está "motivado" para hacerse con el Giro el próximo domingo 2 de junio, y lo ve "firme" hacia otros objetivos.
Consultado por el éxito del ciclista, señaló que es un "llamado de atención a los gobernantes para que apoyen el deporte y en particular el ciclismo", porque "en el Carchi hay ciclismo y hay talento".
