placeholder
Futbolero
27 de julio de 2020 16:02

La ‘Yoli’es pionera en la dirigencia barrial

Doña Yolanda Obando (cuarta de izq. a der.) es la actual presidenta del club Nápoles, campeón de la Liga San Isidro. Participa en el campeonato de campeones. Fotos: cortesía Edwin Carmona y Bertha Rea

Doña Yolanda Obando (cuarta de izq. a der.) es la actual presidenta del club Nápoles, campeón de la Liga San Isidro. Participa en el campeonato de campeones. Fotos: cortesía Edwin Carmona y Bertha Rea

Martha Córdova (D)

Yolanda Obando jamás pensó llegar tan lejos: desempeñó la vicepresidencia de la Federación de Ligas Barriales de Quito y es una de las pioneras de la dirigencia femenina a nivel nacional.

“Con mucho trabajo y nuestra vocación de servicio nos ha permitido demostrar que la mujer no está solo para conformar la comisión de Asuntos sociales, ni para pasar los vasos o tener listas las bandas para las reinas”, dijo la actual presidenta del club Nápoles de Liga San Isidro.​

Tiene 60 años y 28 dedicados al deporte barrial. “Ingresé casi por casualidad, por respaldar a mis hijos, Paúl y José Luis. Eran adolescentes que es gustaba jugar al fútbol”.​

Esa costumbre de ir cada sábado o domingo a la cancha del barrio poco a poco fue sembrando en ella una pasión por el deporte y por su connotación social, comunitario y de recreación.​

Fundó el club Nápoles, fue presidenta de la Liga San Isidro del Inca y de allí saltó a la Vicepresidencia de la Federación de Ligas (Flbq). “Es la posición más alta, a nivel dirigencial que ha llegado una mujer. Tenemos una pasión por el servicio a la comunidad”.​

En las sesiones de la Federación de Ligas, Yolanda Obando está presente.

En las sesiones de la Federación de Ligas, Yolanda Obando está presente.

Durante ocho años ejerció ese cargo junto con Marco Collahuazo, actual concejal de Quito. “Tengo mi negocio, una situación que me permitió manejar mis horarios”. Fue así como los lunes asistía a la reunión semana de la Flbq, los martes a los sesión de su Liga, los miércoles descansaba. Los jueves iba a las reuniones para gestiones propias de su cargo; los viernes a eventos de los clubes; sábado y domingo a la cancha.​

“Mi familia ya se acostumbró a ese trajín, porque ya mis hijos se casaron, tengo nietos, pero yo continué con mi actividad dirigencial”.​ Su club, en Nápoles es bicampeón de fútbol y participa en al Campeonato de Campeones de la Federación. “Ese es el trofeo que nos falta”. Es la Copa Libertadores de los torneos barriales.

Recuerda como momentos emotivos de estos 28 años en la dirigencia, el viaje que realizó a Venezuela junto con otros directivos a una reunión del Deporte Recreativo y Barrial, en la presidencia de Lucio Gutiérrez, en el 2003.​

Se siente complacida que, su trabajo por motivar a otras mujeres para que ejerzan funciones en las directivas barriales tenga efecto. “Antes era la única mujer. Hoy, en la Liga San Isidro somos 7 presidentas de clubes de un total de 36”.​

Pero el orgullo más grande que tiene es haber ganado los juicios y otras acciones legales para defender la cancha y el complejo que hoy tiene San Isidro. “Hasta pasé cinco días en la cárcel, peto todo sea por el servicio a la Comunidad”.​

Según detalla, se trata de un predio de una hectárea de extensión, cuyo avaluó está en USD 4,8 millones. “Tenemos la cancha de fútbol, un coliseo, camerinos”.​

Hoy, ante la emergencia sanitaria que vive Quito, en particular, los escenarios barriales han sido considerados por la Alcaldía para ser utilizados como hospitales móviles para los casos de covid-19. “Dirigentes barriales se comunicaron conmigo para conocer mi opinión. Por supuesto que estoy de acuerdo que en nuestro coliseo se puedan salvar vidas. Me llena de agradecimiento que tomen en cuenta mi punto de vista”.