Comedores flotantes, una iniciativa turística en Muisne
Dos cabañas flotantes sobre el estuario del río Muisne se constituyen en el primer comedor tipo balsa, en la provincia de Esmeraldas, para impulsar el turismo con un toque de ancestralidad.
Sobre boyas se han levantado las construcciones utilizando materiales como el bambú gigante, que da la resistencia necesaria para que se levante cada cabaña, que tiene capacidad para unas 30 personas.
El techo está construido con hojas de bijao, que también se consigue en la isla de Muisne. Y, con las que los hombres del campo cubren la parte superior de sus casas para ampararse del sol y la lluvia.
Este comedor flotante con materiales del medio apunta, por un lado, a promocionar la actividad turística, y por otro, a mostrar las tradiciones ancestrales de los muisneños dedicados al campo, las actividades pesquera y camaronera.
En los comedores se promocionará la gastronomía de la tradición muisneña, como platos preparados con pescado, camarón, concha, calamar y pata de burro (caracol de mar).
Esta iniciativa turística en la que el pueblo afro de Muisne mostrará sus habilidades culinarias, la lleva adelante el Municipio, mediante gestiones realizadas ante varias instituciones en todo el país.
Muisne fue uno de los cantones de la provincia de Esmeraldas más afectados por el terremoto del 16 de abril pasado, y que ha obligado a que unas 1 000 familias aún permanezcan en cinco albergues que funcionan en todo el cantón.
El comedor flotante permitirá a Cecilia Obando, por ejemplo, vender las conchas que extrae en el manglar que se observa desde el comedor, que estará ubicado a unos 20 metros de la parte continental de Muisne.
“Hemos querido mostrar a ese Muisne ancestral que conserva sus tradiciones del campo y la sabiduría de sus mujeres llenas de talento para cocinar”, dijo el alcalde Eduardo Proaño.
