3 regiones le dan duro al trueque
El trueque o intercambio de productos es una de las prácticas que se ha vuelto común entre las comunidades de la Sierra, Costa y Amazonía, por la emergencia sanitaria.
Este intercambio ancestral comenzó a funcionar 15 días después de la declaratoria del estado de excepción, el pasado 16 de marzo del 2020. En Bolívar, por ejemplo, las familias no contaban con dinero para comprar hortalizas, verduras, frutas, arroz, azúcar, leche y otros víveres.
El conductor de una camioneta municipal de Guaranda alertó a los vecinos de Guanujo sobre el trueque. Volquetas y camiones llevaron 300 cabezas de plátano y 200 naranjas que enviaron La Chogona, La Playa, Jerusalén y otras comunidades del subtrópico de Bolívar. Los indígenas enviaron 80 atados de cebollas, 30 quintales de papas, ocho quintales de zanahoria, cinco cajas de tomate, tres cargas de perejil y cilantro, y plantas medicinales.
Medardo Chimbolema, alcalde de Guaranda, impulsó el trueque en su cantón por la falta de recursos para la compra de kits de alimentos, para las familias sin recursos. Otro de los motivos es la demora en los procesos administrativos para comprar los productos. Esta iniciativa comenzó con la recolección de USD 1 500, en la cual intervinieron los funcionarios municipales. Con ese dinero compraron quintales de papas, cebollas, choclos, zanahorias y atados de cebolla blanca y especias a la comunidad de San Luis de Pambil, en el occidente de Guaranda.
En Chimborazo, el activista cultural Inti Daquilema coordina el intercambio. El joven se apoya con los líderes de la Fundación Ñusta Andina de Otavalo, Quito, Saraguro, Latacunga, Ambato y otras urbes para hacer trueques.
