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11 de julio de 2019 15:19

Adiós al pichirilo moderno

Mariachis despidieron al último escarabajo. Foto: Hilda Ríos / EFE

Mariachis despidieron al último escarabajo. Foto: Hilda Ríos / EFE

Agencia AFP

Volkswagen echó a rodar ayer su último Beetle, de un reluciente azul metálico, producido en su planta de la ciudad mexicana de Puebla y heredero de lujo del legendario sedán conocido como ‘Escarabajo’ o el celebrado ‘pichirilo’ en Ecuador.

Con música de mariachis, vivas y aplausos, el último vehículo producido en la fábrica de Puebla, una de las mayores del consorcio alemán en el mundo, avanzó sobre la línea de ensamblaje para poner punto final a una producción que sumó más de 1,7 millones desde 1997. Decenas de trabajadores se reunieron desde muy temprano para dar los últimos toques a la flamante unidad, que ensamblaban de principio a fin en siete horas.

“Gracias Beetle”, se leía en casacas de un brillante amarillo que vestían los trabajadores, entre quienes se percibía un ambiente festivo pero aderezado de nostalgia por despedir a uno de los autos más icónicos.

Los últimos 65 modelos del ‘Beetle Final Edition’ serán vendidos en México sólo por internet a un precio de USD 21 000 para el modelo de base y podrán ser apartados previo pago de unos USD 1 000.

Cada vehículo tiene del lado izquierdo una placa conmemorativa seriada del 1 al 65. El auto estará disponible en colores azul metálico, negro, blanco y beige. El Beetle fue heredero del legendario VW sedán, concebido en 1930 en pleno auge del nazismo.