Una dura en activismo e identidad
Una reina afro. Karen Villa es una exponente de la lucha de la mujer afroecuatoriana, del activismo y de la belleza de este pueblo. La joven creció en Quito, pero nació en Ibarra, el 4 de abril de 1996. Bien orgullosa recuerda que su soporte siempre ha sido su madre, con la ayuda de sus abuelos y tíos.
El barrio en el que creció es Caminos a la Libertad, un sitio donde el 75% de personas es afro. Este lugar es producto de una invasión, relata Karen. Su abuela fue una de las que lideró el proceso. Bautizaron al barrio de esa forma como un mensaje de que no “querían vivir en la esclavitud”.
Ella se refiere al barrio del noroccidente de Quito como una gran familia, donde todos se conocen. En la comunidad todo marchaba bien, pero cuando ingresó al jardín de infantes pasó de ser Karen a “La Morenita”. “Mi identidad como Karen ya no se hallaba”. Así que se dijo: “Yo no soy La Morenita, soy Karen Villa”.
Desde esa época ya se empezó a forjar como líder, como una mujer entregada a la investigación y difusión de la cultura afro. Empezó en el activismo a los nueve años, cuando se desarrolló el Primer Congreso de la Niñez Afro, en la capital.
Fue en esa actividad cuando se enteró de que en la historia del Ecuador había afrodescendientes que fueron líderes, como Alonso de Illescas y Martina Carrillo, entre otros.
“No somos solo el párrafo que dice que los negros llegaron como esclavos a trabajar en plantaciones de caña. Entendí que hemos sido fundamentales en las luchas sociales” y se llenó de orgullo.
Cuando la joven tenía 10 años, la mamá formó un grupo de danza, Con alma africana. Este se mantiene hasta la actualidad.
Siempre le ha gustado bailar y modelar. Y siempre está investigando sobre pasarela afro y, además, ha sido muy buena alumna. En la escuela fue la portadora del estandarte de Quito.
Ya en el colegio formó con siete compañeras el grupo Afro Bellas. Se cansaron de que no fuera tomada en cuenta la danza afro como parte del repertorio de ritmos ecuatorianos. Y si los hacían, se cometían errores, comenta.
Del mismo modo, ella ha sido parte de las denominadas comarcas vacacionales. Se trata de una escuela de formación sociocultural con alma africana.
Karen, parte de la agrupación Addis Abeba, además escribe poesía y sobre la historia negra. Y es una fiel defensora de la lucha de las mujeres de su pueblo. “Tratamos de concientizar al negro y al que no lo es sobre que somos parte de esta sociedad y de la lucha de nuestros ancestros por un futuro negro y bonito”.
