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20 de marzo de 2020 08:55

Con poca agua en plena emergencia sanitaria

Vecinos deben recoger el agua que les llega. Foto: Archivo / ÚN

Vecinos deben recoger el agua que les llega. Foto: Archivo / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Angustiados y velando al grifo de agua potable están los vecinos de varios sectores de Quito donde, desde el miércoles, el abastecimiento es intermitente o no lo tienen. En esa lista están, por ejemplo, Miraflores Alto (norte), Sierra Mirador (Centro) y Rancho Los Pinos (sur). 

Este problema en el servicio lo admitió la Epmaps, y lo atribuyó al exagerado consumo del líquido coincidiendo con el confinamiento por el covid-19.

Si el sobreconsumo sigue así, la empresa municipal “no podrá sostener la provisión del servicio”, advirtió. Es urgente ahorrar el agua para lo estrictamente necesario y permitir que los vecinos de los barrios de las alturas también la tengan.

José Cabrera, del barrio Miraflores Alto, no pudo cocinar ayer. Entre chiste y chiste, dijo: “ando velando al grifo para que venga rápido el agua”. Pero como pasado el mediodía no venía, optó por comprar un botellón de agua.

Contó que desde las 08:00 del jueves no tenía ni gota del líquido y sus vecinos le preguntaban a qué hora se habilitaría el servicio. Sin tener una respuesta, se limitó a decirles que mejor se hagan al dolor y vayan viendo dónde almorzar.

La opción era mandar a ver comida preparada, pero en estas pobrezas se escogió buscar un botellón y salir adelante. Y tener listos los recipientes por si acaso llegue el agüita.

Kira Guerrera, de Rancho Los Pinos, la pasa peor pues no tenía agua desde el miércoles, y ni cómo pedir que regalen un poquito porque hasta la tarde del jueves nadie del barrio tenía.

Este lío, contó, no es nuevo. “Funcionamos con tanque, nos quitan el agua justo en fechas de alta demanda, feriados, sobre todo”.

Agregó: “en una semana, dos o tres veces nos dejan sin el líquido”, así que se han llenado de recipientes para no tener escasez. Pero, con esta crisis, la situación está peor. “No es justo que nos traten de esa manera, más cuando tenemos que estar lavándonos las manos cada dos por tres”, reclama.

En el conjunto Sierra Mirador, sector Triángulo de Piedra, las cosas son más llevaderas porque la tarde del miércoles les avisaron que recogieran agua y la tienen guardada en tachos, contó Valeria Reina.

Sin embargo, sus vecinos de más arriba, los de María Guadalupe, sí pasan las de Caín porque no tienen ni una gota. Pero, “como es gente valiente se las está arreglando hasta que pase la emergencia”, puntualizó.

Con esta fea experiencia, contó Reina, los vecinos del conjunto están pensando seriamente poner cisternas y no padecer con los cortes o la disminución de agua. El líquido que recogió en el tacho de 50 litros lo tendrá por si las moscas se venga otro corte sin previo aviso.