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28 de marzo de 2019 10:13

Las Agustinas, con hogar guapeado

El monasterio de las agustinas está en la Benalcázar y Galápagos. Foto: Ana Guerrero / ÚN

El monasterio de las Agustinas está en la Benalcázar y Galápagos. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Cerca de una década soportaron humedad, fisuras y su hogar reducido a casi la mitad. Pero ya, por fin, las madres Agustinas tienen su hogar renovado y completo.

La intervención estuvo a cargo del Municipio de Quito y duró alrededor de dos años. Eso sí, las madres, desde antes mismo, no se quedaron con los brazos cruzados. De todo hicieron para recaudar fondos y entrarle a la arreglada, incluidas ventas de sus especialidades: licor de canario, cremas rejuvenecedoras, miel de abeja, manualidades bordadas y pintadas, entre otras.

La madre Ana Lucía del Espíritu Santo, priora del monasterio ubicado en la calle Benalcázar y Galápagos, está convencida de que la rehabilitación es una bendición. El proceso no fue fácil, fueron cerca dos años de trabajos y, a la par, ver interrumpido el retiro que forma parte del modo de vida de las hermanas.

Los principales daños se encontraban en las crujías (corredores) este y sur. Tanta era la afectación que las madres se fueron estrechando de a poco. Tenían menos espacio para los talleres y para las celdas.

Las agustinas ocupan el predio desde 1877. Claro que la congregación llegó a Quito en 1864. Pero el edificio es más antiguo y antes de ser el hogar de las religiosas fue la recoleta de los Agustinos.

Todo eso, comenta la religiosa, ya pasó y han podido volver a ocupar los espacios que antes estaban deteriorados. Los daños se habían agravado, sobre todo, desde el terremoto del 2016.

El recuperar los espacios que antes estaban deteriorados les ha permitido, además de recobrar lugares para dormitorios y talleres utilizados por las 10 religiosas, abrir las puertas del monasterio a más jóvenes aspirantes.

La Priora cuenta que ya varias muchachas están interesadas en seguir el camino de la vida de recogimiento. Las aspirantes deben pasar, primerito, por una entrevista y luego pueden realizar “experiencia”; es decir, acudir al claustro y compartir puertas adentro con las actuales religiosas y otras novicias que están en etapa de formación. Ocho años toma toda la capacitación.

Además, ya con la casa guapeada, antes de Semana Santa habrá recorridos por la iglesia, el coro y también una vista de lejitos del claustro. Serán el 12,13 y 14 de abril.

Según informó el Municipio, la inversión en obras de rehabilitación fue de alrededor de USD 553 000.

Los trabajos contemplaron apuntalamiento de muros, reforzamientos que ayudaran a la estructura a soportar movimientos sísmicos, impermeabilización y revestimiento de cubiertas, así como también adecuación de espacios para talleres, entre otros.