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11 de septiembre de 2019 08:58

El Hoy no circula no les hace ni cosquillas

El auto compartido no tiene fines de lucro. Foto: Ana Guerrero / ÚN

El auto compartido no tiene fines de lucro. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero
(I)

Buscar soluciones para la movilidad, ayudarse y viajar seguras son consignas de un grupo de moradoras del valle de Los Chillos. Ellas se juntaron para compartir el auto.

Una que sale en su auto avisa al resto cuál será su ruta hacia Quito. Otras que esa jornada no pueden usar vehículo se suman al recorrido. Al siguiente día, los papeles cambian...

A ellas el Hoy no circula ni cosquillas les hizo. Es que, además, hacen esto desde febrero.

Andrea Álvarez, de Transporte Los Chillos, como bautizaron a la propuesta, recuerda que todo nació por la necesidad de viajar seguras. Las mujeres suelen enfrentar situaciones de violencia en los buses.

Hay, por ejemplo, vendedores que si no les compran o no les dan dinero responden con agresividad, cuenta Andrea. Ella vivió directamente esta situación y pensó en que no debía ser la única. Así que se lanzó a publicar en Facebook una convocatoria para crear un chat para acolitarse en la movilización. La propuesta fue teniendo acogida. El siguiente paso fue crear un grupo de WhatsApp.

Empezaron 80, luego subieron a 100 y actualmente son 256. También se fue pasando la voz entre amigas y familiares. No se sigue ampliando el número de integrantes por la limitación de la aplicación móvil.

De ahí que ya está en marcha la consolidación de una plataforma en línea para que puedan unirse más mujeres. La ‘app’ propia podría estar lista en un mes.

La idea surgió desde una de las integrantes y la premisa es que se pueda registrar el auto, la ruta, los días y las horas. Y las mujeres podrán ver los datos y hasta reservar su asiento con anticipación. No todas las integrantes tienen vehículo.

Cuando arrancó la propuesta, Andrea revisaba los perfiles de Facebook de las interesadas porque, como dice, es una gran responsabilidad garantizar la seguridad en el viaje. ¿No ve que en varias ocasiones también movilizan a niños?

Pusieron reglas, por ejemplo, que el chat es solo para temas relacionados con la movilidad, como las rutas.

Andrea habla de que hay un aporte de USD 1,50 a manera de agradecimiento y, a la par, puede servir para peajes y una pequeña contribución para el combustible. Eso sí, aclara, la propuesta no tiene fines de lucro, sino de ayuda.

Verónica Alarcón se unió a la iniciativa y cuenta que ha tenido gratas experiencias. Para ella es muy conveniente, pues, además de viajar segura, económicamente es una ventaja. Una carrera de taxi desde el valle, bajito, cuesta USD 15 a 20. Pero lo que más destaca es que se ha creado una hermandad y que hay personas muy solidarias.

Algunas incluso le han colaborado acercándole hasta su sitio de trabajo. Eso sí, por ahora, las rutas son hacia y desde el norte de Quito. Lejos de haber un lucro se trata de una “iniciativa de comunidad”.

Karen González es otra de las integrantes del grupo. A ella le comentó de la iniciativa su primas y le enganchó el concepto de mujeres que “queremos ayudarnos”.

Ella sale las mañanas del sector de Mirasierra y, al igual que el resto de integrantes que cuentan con un vehículo, escribe en el chat: “chicas, salgo a tal hora y mi ruta es la siguiente...”. Ella, en cambio, se ha sumado a otras rutas cuando estaba vigente la medida de restricción vehicular Pico y placa y, ahora, el Hoy no circula.

Se calcula que con la restricción de circulación marcharán de las vías unos 120 000 vehículos al día.

Y coincide con Verónica que la solidaridad es grande, y que hay chicas que las dejan incluso en la puerta de la casa.