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24 de julio de 2018 08:42

Un barrido sobre zonas movidas

El Municipio de Quito firmó un convenio de cooperación con la U. Católica y la Politécnica. Foto: cortesía Municipio

El Municipio de Quito firmó un convenio de cooperación con la U. Católica y la Politécnica. Foto: cortesía Municipio

Redacción Últimas Noticias
(I)

Expertos chequearán con santo y seña Quito para actualizar la denominada microzonificación sísmica de la capital.

Para el análisis, ayer, 23 de julio del 2018, el Municipio firmó un convenio con la Universidad Católica y con la Escuela Politécnica Nacional.

Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio, dijo clarito que la ciudad está asentada sobre una falla geológica de 60 km. Por ende, los zarandeos son una de las principales preocupaciones del Municipio de Quito y de la academia.

Con el convenio se apunta a desarrollar, en una primera tanda de trabajos, la actualización de la microzonificación sísmica de Quito. Esto se hará a través de investigaciones científicas para caracterizar el subsuelo del Distrito, las características, geológicas, geofísicas y geotécnicas.

El estudio empezará desde Solanda hasta Turubamba. Las platas para la primera etapa de estudios son USD 363 460: 200 mil para la Universidad Católica y 163 460, para la Politécnica Nacional.

La premisa es que la microzonificación geotécnica brindará información del subsuelo y del suelo para la implementación de proyectos de construcción. Por esto mismo, según Zapata, los resultados servirán como insumos para elaborar una norma de construcción para la ciudad.

El análisis, además, servirá para, según el Municipio, actualizar progresivamente las regulaciones de edificabilidad, en la planificación sobre el ordenamiento territorial y el uso de suelo. Como quien dice, se podrá tener más herramientas para saber dónde construir de manera segura. También se contemplan capacitaciones al personal municipal.

El detalle. En la primera fase, el estudio será en la parroquia de Solanda hasta Turubamba, limitado al este y oeste por las estribaciones montañosas de Quito. Los beneficiarios: 390 000 habitantes.