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12 de agosto de 2020 12:07

En los barrios de Quito ya se cosechan los huertos

Uno de los huertos de la parroquia Monjas

Uno de los huertos de la parroquia Monjas. Foto: Cortesía parroquia Monjas

Betty Beltrán

De la mata a la olla. Eso hacen los vecinos cada vez que cosechan en sus huertos comunitarios y familiares que levantaron en algunos barrios de Quito. Los proyectos surgieron para enfrentar, con buena cara y buen modo, a la pandemia del covid-19.

En La Mena, en los barrios Ciudadela Tarqui, San Fernando de La Mena, Vencedores de Pichincha, cosecharon el fin de semana y entre todos se intercambiaron los alimentos.

Para llegar a este punto pasó un tiempo de concienciación y trabajo de casi un año. Lo primero, cuenta Doris Escalante, dirigente de la Tarqui, fue limpiar la quebrada que cruza el barrio, para la siembra. También se usan espacios en pasajes y terrazas.

Solo a raíz del covid-19 se implementó técnicamente el proyecto. Se sumaron 92 vecinos en el “corredor de huertos comunitarios”.

Lo más lindo, dice la dirigente, es que en la siembra, el cuidado y la cosecha hay un encuentro intergeneracional porque los viejecitos comparten el conocimiento con los más guambras.

En los guachos hay, entre otros productos: rábanos, culantro, zanahoria, jícama, menta, cedrón, hierbabuena, manzanilla y romero.

Hace unos días se sumaron fréjol, garbanzo y haba. Esas plantitas son de un guagua de 8 años, Martín Fiallos, que las tenía en su casa y cuando vio que la vecindad sembraba en la quebrada las llevó para que crezcan libres y felices.

Los vecinos de La Mena tienen el compromiso de regar agua y una vez a la semana revisan el huerto. Siempre con el asesoramiento técnico de dos vecinas entendidas en el tema: Edna Vives, agroecóloga; y Diana Chamorro, agrónoma.

Con ellas nació el proyecto y están validando una ficha técnica sobre la calidad del suelo y los productos que sí se han adaptado al terreno; por ejemplo, el aguacate y el pimiento tiene dificultades para crecer.

Oscar Guamán es el coordinador del Cabildo San José de Monjas y cuenta que en su zona también le dan con fe a los huertos familiares. Arrancaron tras decretarse la emergencia sanitaria por el covid-19.

De allí que en abril ya abrieron un chat solo para esos menesteres y se anotaron 60 personas. En la actualidad, 30 de ellos están súper activos y tienen sus terrenos atrás de las casas o en terrazas, para cultivar de todo un poco. Incluso lo hacen en macetas.

Cada mes cosechan, por ejemplo, rábanos. Y más espaciado: lechuga, col, remolacha, zanahoria, albahaca y plantas medicinales. Los productos salen bien sanitos y grandes porque la gente tiene buena mano y cuentan con el asesoramiento de la Administración Zonal Centro.

El dirigente espera que se reúna más gente porque eso les ayuda en sus economías, les mantiene ocupados y desestresados. Los más aplicados son los vecinos de tres de los 25 barrios de San José de Monjas: 18 de Mayo, Liga de Puengasí y Balcón Quiteño.