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29 de marzo de 2021 14:03

Barrios suenan a Semana Santa

El barrio Jesús del Gran Poder está en el sur  de Quito. Foto: cortesía

El barrio Jesús del Gran Poder está en el sur de Quito. Foto: cortesía

Betty Beltrán
(I)

En estos días en que el mundo católico recordará la pasión y muerte de Jesús, vienen a la mente aquellos barrios con nombres relacionados con la Semana Santa.

Están regados a lo largo y ancho del Distrito Metropolitano de Quito y, si no fuera por la pandemia del covid-19, ya estarían armando sus viacrucis.

En esa lista están, por ejemplo, los barrios La Resurrección, Jueves Santo, Jesús del Gran Poder, La Dolorosa, La Esperanza, La Magdalena. Y esas denominaciones son de larga data, por lo bajito tienen 50 años y su gente es bien católica.

El topónimo que más se repite es Jesús del Gran Poder, pues algunas de las parroquias rurales del Distrito de ley que tienen un barrio con ese apelativo; así ocurre, por ejemplo, en El Quinche, Pifo, Lloa, San José de Minas…

Pero, ¿cómo se escogieron esos nombres? Todo responde a procesos sociales y participativos de su propia gente y donde priman aspectos históricos, culturales, tradicionales y hasta el afecto hacia los líderes, puntualizó Patricio Guerra, cronista de la Ciudad.

Si hablamos de La Resurrección, el nombre lo eligió, hace más de 60 años, el curita de la parroquia de Calacalí, en el norte del Distrito. Ese dato lo certificó Irene Orquera, dirigente del barrio; y agregó que al acercarse la Semana Mayor toda la vecindad se ponía en oración y “a dos manos”.

En Calacalí está La Resurreción y Jueves Santo. Foto: cortesía

En Calacalí está La Resurreción y Jueves Santo. Foto: cortesía

El ajetreo era por los detalles de la procesión que, contra viento y marea, hacían por las calles del pueblo. Ya es el segundo año que, por el covid-19, ‘naranjas’ con hacerla.

En esos mismos ajetreos de la Semana Santa andaba la vecindad de Jueves Santo, también localizada en Calacalí. Allí, las familias se esmeraban por recordar los pasos que siguió Jesús antes de su crucifixión.

En el sur de Quito está otro barrio con nombre que hace alusión a este tiempo de Cuaresma: Jesús del Gran Poder. Su presidente, Geovany Pazmiño, dijo que hace más de 50 años que su sector tiene esa denominación, que antes se llamaba comuna Tarma.

Pero en el proceso de transformación, el punto acuñó el nombre de la imagen que descansa en el altar mayor de la iglesia de San Francisco. Todo porque, rememoró el dirigente, un vecino tenía una imagen de 80 centímetros y como era muy venerada la mayoría decidió dejarlo como Jesús del Gran Poder.

Tras nombrar a los priostes, se acostumbraba a llevar en procesión a dos tallas, pues a la pequeña se sumó una más grande, de dos metros de alto. También, junto a un plantel educativo de la zona, se mandó a construir una capilla para el patrono.

La imagen pequeña, apunta Pazmiño, suele ir de casa en casa de los vecinos del sector. Y la grande lidera el viacrucis que, si no fuera por la pandemia, estaría dando los primeros toques de diana para ese paso que convoca a la población de los alrededores.

Para octubre solía haber la misma dosis de ajetreo, pero el luto por la pasión de Cristo se sustituía con la algarabía del festejo barrial; se sumaban las vacas locas y los juegos pirotécnicos. En vez de procesión, un desfile con comparsas.

Gladys Ordóñez, dirigente de La Magdalena, cuenta que el nombre del barrio es en honor a la santa católica María Magdalena. No obstante, su historia es mucho más antigua y su fiesta grande se reedita en junio, para celebrar a Santa María Magdalena, al ser ella su patrona. Los festejos se inician con la Novena que se reza en la iglesia.