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19 de octubre de 2017 08:19

100 belenes estarán en San Francisco

Fray Walter Verdesoto muestra una de las piezas de los belenes que se expondrán. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Fray Walter Verdesoto muestra una de las piezas de los belenes que se expondrán. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Todo comenzó en el 2006, con una exposición de belenes artísticos en el convento de San Francisco. Once años después esta costumbre crece.

La muestra de más de 100 pesebres se abrirá desde el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada, hasta el 8 de enero del 2018.

La exposición de este año se mostrará en el comedor y ante-comedor. Estarán belenes antiguos, aquellos que no pasan de moda y que son exquisitos y hermosos, comenta el fray Walter Verdosoto, organizador del evento y párroco del convento de La Floresta.

Y pone de ejemplo el pesebre que escenifica a la Virgen recién dada a luz. “Es tan tierno que la gente no se cansa de verlo, pues la Virgen está acostada sobre la panza de la mula recibiendo el calor del animal, mientras que el Niño descansa en los brazos de José y el buey, con su lengua, limpia el cuerpo del niñito”.

Justamente ese pesebre ilusiona y así le pongan todos los años no cansa, agrega el fray. También estarán los belenes de lata, aquellos que las abuelitas tenían en sus dormitorios. Se incluirán los de madera y tagua.

Todos esos trabajos estarán dentro de un museo de belenes que se sueña levantar. El fray Verdesoto apuesta por ese proyecto porque “Quito es una ciudad de cultura y de fe. Y hasta la casa ya se tiene”.

La futura Casa del Museo Francisco y Clara estaría en la calle Junín (barrio San Marcos); allí se levanta una casona republicana que ha sido cedida a la orden franciscana, cuenta el religioso.

Por belenes no faltarán, pues al momento se cuenta con 600 y todos hermoso y finamente trabajados.

Este año habrá sorpresas. La obra central de este año, adelanta fray Verdesoto “será una obra con imágenes barrocas que estarán dentro de un templo griego”.

El Grupo Amigos del Belén lo están terminando para el deleite de la gente y arrancar una sonrisa y una lágrima de los quiteños y no quiteños.