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17 de mayo de 2018 06:46

Biblia políglota es el tesoro de santo domingo

El guía de la biblioteca del convento Sto. Domingo ordena libros, algunos con tapas arrugadas. Foto: Betty Beltrán / ÚN

El guía de la biblioteca del convento Sto. Domingo ordena libros, algunos con tapas arrugadas. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Unas escaleras de madera en forma de caracol conectan las dos plantas de la biblioteca Fray Ignacio de Quezada, del convento de Santo Domingo (calles Guayaquil y Rocafuerte). Allí reposan 33 mil libros antiquísimos.

Se dice que en este lugar se guardan volúmenes de finales del siglo XIV; o sea, los más antiguos del Ecuador. Esa característica ha hecho que un lote de aquellos esté en una caja fuerte.

Los ejemplares se fueron acumulando a lo largo de la historia de la presencia de la orden de los dominicos en Quito. Siempre para su formación en teología, historia, sociología, filosofía, política, arquitectura…

Todos estaban en peligro porque la cubierta de la biblioteca sufrió fisuras tras varios sismos. Hubo tanto desperfecto que para evitar un ‘Dios no permita’, el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) le dio una mano a los curitas.

Y se pusieron manos a la obra. La intervención de la cubierta comenzó en octubre del 2017; antes se forraron las estanterías con plásticos negros para evitar que los valiosos ejemplares se ensuciaran.

Pese al cuidadoso trabajo, por ahí brincó tierra y escombros entre los libros y hay varios de ellos con suciedad. Por esa razón, el prior del convento de Santo Domingo, fray Gonzalo Suárez, está empeñado en limpiar uno a uno los ejemplares de la colección de incalculable valor.

Fácil sería meter a una cuadrilla de obreros con aspiradora en mano, pero no es cuestión de limpiar a ciegas, sino con esmero y cuidado. Eso solo lo pueden hacer los especialistas.

Y no solo por la antigüedad de los libros sino también por los materiales con los que fueron elaborados; por ejemplo, algunos volúmenes están encuadernados en pergamino, una cubierta amarillenta trabajada a partir de la piel de borrego. Otros, en cuero o papeles delicadísimos…

Se aspira a que el espacio sea reabierto antes de finalizar este año. Este era un lugar muy visitado por investigadores especialistas en lenguas antiguas.

En la biblioteca se guarda la Biblia políglota, escrita en lenguas antiguas o muertas: latín, griego y árabe clásico, arameo, samaritano, caldeo
Otra joya es el archivo histórico Vacas Galindo, una de las fuentes de investigación histórica de varios estudiosos del país. El fray trajo una copia del mismísimo Archivo de Indias.

Mientras se espera que algún buen samaritano dé una mano a los dominicos para hacer la limpieza urgente a los 33 mil libros, en la biblioteca se ven obreros que caminan apurados.

Ellos son los encargados de hacer algunos ajustes que aún están pendientes: conexiones eléctricas, arreglo de pisos, ubicación de estanterías. También pintan los muros para hacer más funcional al sitio y facilitar el acceso a los investigadores curiosos por conocer los tesoros del convento de Santo Domingo.