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6 de julio de 2017 10:54

'Boom' de los enganchadores de trámites en Quito

Los enganchadores ‘susurran’, hasta en la oreja, a los peatones del IESS. Foto: ÚN

Los enganchadores ‘susurran’, hasta en la oreja, a los peatones del IESS. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Con letrero en mano y sacando a flote el poder de convencimiento, unas 60 personas se dedican a ofrecer el servicio de diferentes trámites fuera de las oficinas del IESS. Son conocidos como ‘enganchadores’. Ni bien pone un pie en la acera frente a la institución, le ofertan ayuda para sacar la clave, procesos de fondos de reserva, jubilaciones...

Esta actividad se ha convertido en una fuente de empleo tanto para ecuatorianos como para extranjeros. Como dicen en el sitio, hay un ‘boom’ de quienes se dedican a ‘enganchar’ clientes para algunos locales aledaños al IESS. De las cerca de 60 personas, al menos 40 son venezolanas.

Claro que, recuerde, no se trata de los tramitadores que ofrecen agilitarle algún proceso en la institución pública, sino ayudarle con gestiones vía Internet.

Dayana Casco, de 21 años, es ecuatoriana y vio en la actividad un empleo, luego de que postuló a la universidad y le asignaron a una institución en Guayaquil.

La joven contó que cada vez hay más personas que se suman a esta plaza laboral. A ella le afilian. Le pagan USD 12 por día si, mínimo, logra enganchar a ocho personas. Lo máximo que ha ganado en una jornada es USD 35. Trabaja de lunes a viernes, de 08:00 a 17:00 o, a veces, desde las 07:00.

Entre los extranjeros está Elvano Torres, un venezolano también de 21 años. Llegó al país hace un mes y trabaja junto con su esposa. Primero llegó su cuñada, quien les contó sobre el empleo. Torres no está afiliado aún.

La Ley de Movilidad, aprobada este año, garantiza el derecho al trabajo y a la seguridad social a los extranjeros que residen en Ecuador y que tienen todos los papeles en orden.

En el caso de los venezolanos, la llegada al país de forma masiva empezó en el 2014. Ese año, 3 112 ciudadanos no registraron su salida del país. En el 2015, ese número subió a 8 078 y en el 2016, 23 601.

Pero no en todos los locales optan por pagar a los ‘enganchadores’. Para algunos, como Luis Chicaiza, dueño de tres locales donde se ayuda en los trámites, hay una competencia desleal e incluso habla de un acoso a los clientes. Pide que haya mayor control de las autoridades.

A decir del capitán Iván Ramos, jefe del circuito San Juan, si bien no se han reportado casos de estafas, la comunidad debe considerar medidas de seguridad, como no entregar la clave de la institución. Y si opta por el servicio, asegurarse de que tengan los permisos respectivos.