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11 de marzo de 2020 14:43

El cuerpo de Gabriela Pedraza, ciudadana argentina reportada como desaparecida en Santa Elena, fue hallado en una cisterna

El cuerpo de Gabriela Andrea Pedrazo, reportada como desaparecida desde el 3 de marzo, fue hallado ayer, 10 de marzo, en el interior de una cisterna. La autopsia da cuenta de una muerte violenta. Foto: Cortesía Policía Nacional

El cuerpo de Gabriela Andrea Pedrazo, reportada como desaparecida desde el 3 de marzo, fue hallado ayer, 10 de marzo, en el interior de una cisterna. La autopsia da cuenta de una muerte violenta. Foto: Cortesía Policía Nacional

Karol Noroña

“Quiero saber cómo y cuándo sucedió. Quiero saber lo que le ocurrió a mi madre”. Esas son las palabras de David Ludeña, uno de los cinco hijos de Gabriela Andrea Pedraza, ciudadana argentina reportada como desaparecida el pasado 3 de marzo de 2020 en Ballenita, Santa Elena, en la Costa del Ecuador. Pasadas las 23:00 del martes 10, David conoció -por llamadas de civiles- que el cuerpo de su madre fue hallado en el interior de una cisterna en la vivienda en la que residía desde junio de 2019. La noticia fue confirmada por el coronel Galo Pérez Dávila, comandante de la Zona 5 de la Policía Nacional, quien informó que se trata de una “muerte violenta”.

La mañana de este miércoles 11 de marzo, durante una rueda de prensa, la Policía Nacional informó que la autopsia da cuenta de que Gabriela recibió golpes contundentes en su cabeza, además de fracturas en su cráneo y otras partes de su cuerpo. Luego, fue arrastrada hasta la cisterna, donde su cadáver vulnerado fue hallado. 

Dos personas están detenidas para investigaciones, según las autoridades. Pero todavía no hay indicios del móvil del crimen ni los responsables.

En el interior de la vivienda, donde vivía Gabriela Pedraza, de 50 años, agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) también encontraron máculas de sangre en el piso y puertas.

Alegre, vivaz, afectiva, valiente, una mujer y madre perseverante. Así era Gabriela, quien laboraba desde hace nueve meses en Ecuador. Se decidió por arribar al país, relatan sus familiares, para probar suerte y visionar otro futuro. Buscaba la forma de subsistir: vendía casas prefabricadas y distintos artículos en Ballenita.