Calefón dañado provocó la desgracia
El padre de familia que falleció la mañana de ayer, en el sector del Comité del Pueblo (norte de Quito), por inhalación del monóxido de carbono trabajaba distribuyendo gas de uso doméstico. La fatalidad también terminó con la vida de su esposa y tres de sus hijos.
A las 09:00, se alertó sobre una intoxicación de varias personas en las calles Camilo Moreno y Ángel Salazar. Un equipo de 16 bomberos llegó al sitio y constató el fallecimiento de cinco integrates de una misma familia.
La primera víctima tomaba el baño, después cayeron cuatro familiares más; todos vivían en un pequeño departamento: Fernando A., Diana M., Alejandro A., Fernanda A., Daniela A.
El teniente Diego Almeida, oficial de Bomberos de Quito, contó que otros familiares que habitaban en el mismo inmueble, fueron trasladados a casas de salud, también con síntomas de intoxicación por monóxido de carbono: Jorge B., Inés A., Gabriela B. y Washington L.; de entre 27 y 58 años de edad.
Tras los primeros auxilios, dos mujeres y dos hombres fueran trasladados hasta el Hospital Docente de Calderón y al Hospital IESS San Francisco.
Las averiguaciones realizadas por profesionales del Ministerio de Salud Pública y del Cuerpo de Bomberos Quito, a las personas allegadas a los afectados, concluyeron que ninguno de ellos tenía enfermedad respiratoria previa, por lo cual se descartó un posible fallecimiento por covid-19.
El levantamiento de los cadáveres fue realizado por personal de Medicina Legal que acudió al sitio, previa autorización de la Fiscal de turno que también se hizo presente en el lugar de los hechos.
Los 16 efectivos del Cuerpo de Bomberos que acudieron al llamado de auxilio estuvieron acompañados por personal de unidades policiales y municipales de apoyo. Llegaron también cuatro ambulancias de varias casas de salud.
Los vecinos del lugar se preocuparon tanto que hicieron un pedido concreto. Aurora Anangonó fue la vocera y solicitó a los bomberos y policías que revisen los calefones de toda la barriada y así quedarse más tranquilos.
El general Fausto Salinas, comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito, llegó también al lugar y recordó que hace varios meses no se había producido una tragedia de esa magnitud en la ciudad y por esta causa.
Recomendó a la gente colocar los calefones en sitios con ventilación y darles un mantenimiento periódico. Salinas explicó que cuando la combustión de un calefón es defectuosa se produce la emanación de monóxido de carbono que puede ser letal para quienes están cerca o ubicados en sitios sin aireación.
La espera para el levantamiento de los cuerpos duró hasta pasado el mediodía. La tristeza fue evidente.
