El cambalache se anida en el barrio de La Floresta
Por algo más de dos meses, la idea de activar una plataforma digital para ayudar a los emprendedores fue macerada en la vecindad de La Floresta, en el centro-norte de Quito.
Mientras estaban recluidos en sus casas por el covid-19, varios creadores del barrio se pusieron a pensar cómo les iba a afectar el hecho de estar en casa y cómo iban a seguir generando ingresos para sus familias.
Se hizo una encuesta en el sector para averiguar qué es lo que le estaba afectando más. El paso siguiente fue dar luz verde al proyecto Cambalache red para digitalizar, de distintas maneras, todos los emprendimientos del sector.
Una de las cabezas de esta iniciativa es Alexandra Moshenek, artista en vidrio y gestora cultural de La Floresta. Ella está convencida de que es providencial esta iniciativa porque “es tiempo de pensar en el nosotros y no en el yo”.
Aclara que Cambalache.red no será una tienda ‘online’, sino una especie de directorio para encontrar todo lo que hay en el barrio. Allí estarán los creadores, los artesanos, los tenderos, los panaderos...
Algunas tiendas pequeñas y hasta las grandes no tienen un sistema, por ejemplo, de pago ‘online’. Y tener ese valor agregado le puede llevar a una más diligente comercialización en estos tiempos de distanciamiento social.
Los creadores están conscientes de que la crisis impedirá que sus obras se vendan, pero sí pueden dar clases para enseñar sus diversas habilidades.
Esas clases, dice Moshenek, pueden ser en vivo o pregrabadas para los estudiantes y siempre desde la plataforma del Cambalache: www.cambalache.red
Esa dirección ya está listita para ser lanzada, solo se espera unas dos semanas para que se sumen más emprendedores al proyecto.
La plataforma también ofrecerá la oportunidad de hacer eventos en vivo, como obras de teatro, conciertos… y la venta de los tiquetes se haría por medio de la misma plataforma.
Por allí le dijeron a Moshenek que habrá demasiadas cosas en esta plataforma; el comentario lo acogió con buena cara y buen modo, pero está convencida que “así mismo es un barrio, una mezcla de todo”.
Cambalache también impulsa el no uso de bolsas de plástico. Ya están listas unas bolsas de tela para entregar a los clientes y que se acostumbren a ir a la compra con ellas. Tendrán el apoyo de la Acnur que, dice la gestora, “ha visto en esta idea un ejemplo a seguir”.
Hasta el miércoles, unos 100 emprendimientos estaban interesados en ser parte de la plataforma. Y ya para inscripciones la lista es de 60. “Espero que dentro de estas dos semanas confirmen su participación e ir armando el directorio y ver qué les hace falta a cada uno para digitalizar su negocio”, dice Moshenek.
Además del botón de pago, habrá otro de trueque. Se podrán intercambiar cosas o también conocimientos.
