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25 de abril de 2019 09:07

‘Toditos a bajar el volumen’

Estudiantes difunden el mensaje para combatir el ruido en la ciudad. Foto: Diego Pallero / ÚN

Estudiantes difunden el mensaje para combatir el ruido en la ciudad. Foto: Diego Pallero / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Resulta que Quito es una ciudad ruidosa y los vehículos son una de las fuentes. En algunas zonas urbanas, los niveles llegan a los 80 decibelios (dB) en un día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los límites tolerables de las fuentes móviles no pueden exceder los 60.

Con este panorama y en el marco del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, ayer, 24 de abril del 2019, el Grupo de Investigación de Entornos Acústicos de la Universidad de las Américas (UDLA) salió a las vías y realizó mediciones con sonómetros (instrumento que mide el ruido). Y ahí no quedó, estudiantes repartieron adhesivos a la comunidad con un mensaje: “El mundo necesita gente que baje el volumen”.

Ese es el nombre de la campaña que emprendió la institución educativa. Lo hicieron luego de un largo estudio sobre el ruido en las parroquias urbanas de Quito, que arrancó en el 2016.

Luis Bravo, docente de la carrera de ingeniería en Sonido y Acústica de la UDLA, relata clarito el proceso. Partieron por recopilar información oficial sobre, por ejemplo, topografía, vías, población y flujo vehicular (cuántos pesados y livianos).

Además, tuvieron acceso a los conteos vehiculares que realiza la Secretaría de Movilidad del Municipio: vías expresas (acceso a la ciudad), semiexpresas (cruzan longitudinalmente) y colectoras (transversal). Los datos de las 32 parroquias urbanas los ingresaron en un software de predicción acústica.

Pero como tocaba validar los datos, se lanzaron a ejecutar mediciones en 90 puntos durante el 2017. Resultó que entre los lugares más ruidosos están: los sectores de la Autopista General Rumiñahui y av. Simón Bolívar, El Trébol, av. Pichincha (La Marín) y los túneles del Centro.

La Universidad de las Américas realizó mediciones de ruido en vías. Foto: Diego Pallero / ÚN

La Universidad de las Américas realizó mediciones de ruido en vías. Foto: Diego Pallero / ÚN

esos sectores, en el día, se registraron 80 dB. Una de las prácticas que ayudan para semejante cifra es la pitadera de algunitos. Y hay niveles de entre 75 y 80 en sectores aledaños a las terminales terrestres.

En parques metropolitanos, en cambio, hay menor ruido por estar alejados de las áreas de circulación vehicular. Según las mediciones, los niveles de ruido fueron de entre 40 y 50 dB.

Además de los carros (parque automotor de unos 500 mil) hay otros factores que generan ruido, como los parlantes que se ubican en los ingresos a ciertos locales comerciales.

Según el estudio realizado por la UDLA, el 25% de la población urbana de Quito está expuesta a niveles de ruido de tráfico superiores a 65 dBA en el período diurno, y 38%, a superiores a 55, en el nocturno.

A esto, como apunta el docente, súmele la práctica común de usar audífonos y escuchar música a todo volumen. Entre los efectos más notorios de la exposición al ruido están: perturbación del sueño, dificultad en la concentración, atención y comunicación, cambios en el estado de ánimo e incluso alteraciones en el sistema cardiovascular.

Cada uno puede acolitar, dejando de pitar o si es dueño de un local no saque tucos parlantes.

Verá que ya en el 2013, un estudio realizado por la Fundación Médica contra el Ruido Ambiente-Contaminantes (Funcorac) determinó que Quito, Guayaquil, Río de Janeiro, Lima y Ciudad de México son las que mayor contaminación acústica provocan en América Latina.