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11 de enero de 2018 06:18

Un campanario de vértigo, con trago incluido

En el recorrido podrá conocer las campanas del siglo XIX. Foto: Betty Beltrán / ÚN

En el recorrido podrá conocer las campanas del siglo XIX. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Por primera vez se podrá visitar el campanario de la Catedral Primada de Quito. El ingreso será entre el 12 y 13 de febrero, por feriado de Carnaval. Pero solo subirán quienes cumplan ciertos requisitos y se inscriban previamente.

Son cinco campanas. Una de ellas, la más grande, fue elaborada en 1853, y las dos medianas entre 1877 y 1878. Mientras que las dos pequeñas se fundieron en 1895 y 1897. Todas son de bronce fundido.

Están rayadas y con sus soportes deteriorados, pero aún suenan con fuerza. Tanto que las repican todos los días, antes de la misa de las 07:00. Sin embargo, el día del Arrastre de Caudas, en Semana Santa, se escuchan más fuerte, comenta Henry Males, guía del emblemático templo de Quito.

Para poder conocerlas deben inscribirse en el Facebook: @Catedral de Quito. Es que solo podrán ingresar 175 visitantes el lunes y otros 175, el martes. O sea, 25 personas cada hora: de 10:00 a 19:00.

Llegar al sitio es cosa de arriesgados, delgados, no muy altos y que no sufran de claustrofobia. Es que toca subir 70 gradas en forma de caracola y estrechísimas.
Si con eso no tuvo suficiente, tiene la chance de seguir subiendo, a través de 53 gradas más, hasta el último rincón del campanario. Es una especie de mirador, desde donde podrá observar todo el Centro Histórico de Quito. Un panorama que muy pocas personas han visto en la historia.

El ingreso tendrá un costo de USD 5 por persona. También podrá visitar el templo y sus capillas, las salas del tesoro y la capitular, la biblioteca. Y en el patio de la Casa de Casillas (el ingreso que da a la calle Venezuela) se hará una exposición de personajes del Carnaval de antaño. Al final, allí mismo, se ofrecerá una bebida fuerte: licor 7 Pingas.

Desde lo alto de la Catedral hay tremenda vista del Centro de Quito. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Desde lo alto de la Catedral hay tremenda vista del Centro de Quito. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Según Males se trata de un preparado a base de guarapo, de nervio, pata y lengua de toro, acompañado de frutas tropicales, pollo y cerebro de res. Una bebida nativa de Zamora.

Como el cupo es limitado, apurará inscribiéndose, recuerda Males. De esa manera podrá conocer cómo las cinco campanas se mantienen activas, pese a haber sufrido agresiones con leyendas y manchas. Dañaditas se las ve.

Males cree que esa agresión al patrimonio fue reciente, pues hace un par de años las gradas de acceso fueron sustituidas con unas de buena madera. Antes, la subida era solo para las personas temerarias. Recuerda que, anteriormente, “para subir al campanario se colocaba unas escaleras destartaladas y amarradas con cabuya”.