Jacobito no está solo en cana
El 27 de septiembre del 2020, a eso de 01:30, llegó a la cárcel de Cotopaxi Jacobito, uno de los vástagos del expresidente Abdalá Bucaram. Salió desde Quito con el alma en vilo, pues lo vinculan al delito de delincuencia organizada. En ese asunto es investigado su padre, y tres uniformados de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).
El 13 de agosto del 2020, cuando se desarrolló la audiencia de formulación de cargos, la Fiscalía clarito dijo: “Los ciudadanos habrían conformado un grupo estructurado para planificar actividades delictivas entre noviembre de 2019 y agosto de 2020 (en Quito y Guayaquil)”.
Luego indicó: “Uno de estos delitos fue la obtención de beneficios económicos, varios de ellos en el contexto de la comercialización de pruebas para covid-19 y de mascarillas, en medio de la emergencia sanitaria”.
Mientras el caso se aclare y se desarrollen las diligencias, Jacobito permanecerá en la cárcel de Latacunga. Allí también están recluidos el exvicepresidente de la República, Jorge Glas, y el secretario jurídico del correísmo, Alexis Mera.
Los tres permanecen en una misma área de la cárcel de Cotopaxi denominada transitoria, pero eso sí en celdas distintas no ve que Mera y Jacobito hacen cuarentena por el covid-19 y Glas permanece con medidas de bioseguridad.
Hay más, al exvice le sigue los pasos un equipo de policías. Y lo mismito se piensa hacer a los nuevos inquilinos de la cárcel de Cotopaxi: Mera y Jacobito. La idea es mantenerlos con seguridad, de hecho, en un escrito oficial relacionado con el hijo de Bucaram, la Fiscalía solicitó el ingreso de Jacobo Bucaram a esta cárcel, por contar con las herramientas para cuidar de su integridad”.
Las autoridades carcelarias, además, indicaron que Glas se acoge a la denominada “hora de patio”, entre las 15:00 y 18:00.
En el caso de Mera y Bucaram no tendrán aún este beneficio, mientras permanezcan en cuarentena y se descarte si tienen o no coronavirus.
