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15 de enero de 2018 06:32

La casa se desplomó y se salvaron de milagro

Familiares y vecinos ayudaron a retirar las pocas cosas que quedaron. Foto: Evelyn Jácome / ÚN

Familiares y vecinos ayudaron a retirar las pocas cosas que quedaron. Foto: Evelyn Jácome / ÚN

Evelyn Jácome
(I)

No dejaba de llover. Eran cerca de las 04:00 de ayer, 14 de enero del 2018, cuando un estruendo sacudió toda la casa. La parte frontal de una vivienda de dos pisos de adobe, teja y madera, se desplomó en La Comuna.

En la habitación de la segunda planta que se vino abajo, dormía una familia. La pared y parte del piso cedió, pero la cama en la que descansaban Alejandra Cofre, de 18 años, su esposo y también su hija de dos años, quedó sujeta a una viga de madera.

Cuando la joven despertó por el estruendo, una cortina de polvo le impidió ver lo que ocurría. Su marido la tomó a ella y a su niña y lograron salir del cuarto y bajar por las gradas traseras de la casa.

Magali Peña, de 37 años, madre de Alejandra sabe que se salvaron de milagro, y no se cansa de agradecer a Dios por eso. Pero sabe también que el Municipio hizo una inspección luego del colapso y que la casa tiene serios daños estructurales por lo que es inhabitable. Ahora, no tienen dónde pasar la noche.

Ellos nacieron en La Comuna y vivieron siempre en esa casa antigua, ubicada en la calle Humberto Albornoz, en el lado occidental de la av. Mariscal Sucre.

Minutos después del derrumbe, sus familiares, también vecinos del sector, llegaron para ayudar. Desde antes que saliera el sol, poco apoco, iniciaron el desaojo. Todos: niños, ancianos, hombres y mujeres, tomaban pedazos de madera, piedras, muebles y empezaron a desarmar lo que quedó de la vivienda.

Amarraron la viga que evitó que la cama de la joven cayera, con una soga y a la cuenta de tres, todos jalaban mientras el tío, con un palo, derrumbaba las paredes de tierra.

Magali trabaja medio tiempo haciendo la limpieza de una casa. Su esposo es albañil y con sus manos se encargará de volver a levantar su casa. No tienen dinero para los materiales de construcción, por lo que hace un llamado a la gente: “Por Dios, si tienen cemento, varillas, piedra, bloque, ripio, lo que sea, mi familia les agradecerá”. Pueden llamar al 0987909681, o al 0979261181.

El segundo número de teléfono es de Elizabeth Caizaluisa, de 35 años, también afectada. Ella vivía en la planta baja de la casa que sus padres construyeron hace más de 50 años. En la parte que se derrumbó quedaba la cocina y la sala. Perdió todos los muebles, y electrodomésticos.

Ella es costurera y mantiene a sus tres hijos, de 18, 13 y 3 años. De las tres familias afectadas, una pasará la noche en la casa comunal del barrio, y las otras donde un familiar. Pero después...

Chistian Rivera
, técnico de riesgos de la Secretaría de Seguridad de la Alcaldía, dijo que el colapso ocurrió al parecer por falta de mantenimiento a la edificación. Rivera advirtió que las personas que habitan en casas antiguas deben realizar, al menos, un mantenimiento preventivo al año.