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17 de enero de 2020 09:06

En el Casitagua se controlan escasos puntos de calor aún activos

Desde el aire y sobre el terreno, se continuaba luchando contra el fuego. Foto: Julio Estrella / ÚN

Desde el aire y sobre el terreno, se continuaba luchando contra el fuego. Foto: Julio Estrella / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, informó a las 07:31 de este viernes 17 de enero del 2020 que los bomberos, militares y funcionarios del Ministerio del Ambiente coordinan acciones "controlar los escasos puntos de calor aún activos" en el cerro Casitagua, ubicado en Pomasqui, noroccidente de la capital.

Este 17 de enero se cumple el tercer día del operativo para apagar el incendio, por lo que las autoridades monitorean la zona y analizan las condiciones de la vegetación y climática con el objetivo de evitar que las llamas se activen y pongan en riesgo el lugar.

Recién pasadas las 18:00 de ayer, 16 de enero, el Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano pudo informar que ya no se registraban columnas de humo en el cerro Casitagua.

De todos modos, en su cuenta de Twitter explicó que su personal permanece en la zona donde se desató el incendio, el pasado martes 14 de enero, “realizando labores de liquidación por tierra y enfriamiento desde el aire con helicópteros y sistema Bambi Bucket”.

En un sobrevuelo que realizó este Diario a bordo del MI del Ejército la mañana de ayer, 16 de enero, se observaron débiles columnas de humo que salían de uno de los puntos del incendio.

Sin embargo, el personal del Grupo Aéreo 45 de Pichincha no se confiaba. El viento, la radiación y otros factores podrían darle nueva fuerza al fuego. Y así ocurrió. Pese al constante trabajo de los bomberos que a pie guían por radio a los encargados de la coordinación aérea, cerca de las 10:00 las llamas
volvieron a aparecer, aunque en menor proporción que los días previos.

Dentro de una carpa ubicada en el Centro de Mando de Operaciones Aéreas, en la Hacienda Oasis, se coordinaban las actividades: combatir los bordes de los focos del incendio para evitar más propagaciones.

Tres de los helicópteros cargaban sin cesar sus Bambi bucket de 600 litros de capacidad, para descargarlos sobre el cerro en llamas. El MI, en cambio, podía volar con 2200 litros del agua preparada para combatir el fuego.

En tierra, un equipo de Bomberos pasaba el agua de los tanqueros de la Epmaps a su autobomba.

El dato. Francisco Díaz, director nacional de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente, informó que entre 200 y 300 hectáreas se consumieron. 60 guardaparques colaboraron para apagar las llamas.