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18 de agosto de 2020 15:26

Caupichu y Cunuyacu, las matas del ornato

El vivero de Caupicho (sur) produce unas 400 mil plantas al año, que van a parques y jardines. Fotos: cortesía del Municipio de Quito

El vivero de Caupicho (sur) produce unas 400 mil plantas al año, que van a parques y jardines. Fotos: cortesía del Municipio de Quito


Redacción Últimas Noticias. (I)

Con cuatro viveros cuenta Parques y Jardines, de la Epmmop, y las especies que producen guapean a las calles y parques.

Hace poquito nomás, todos esos sitios que estaban descuidados -a consecuencia de la emergencia sanitaria- recobraron su belleza con la siembra de nuevas plantitas. Antes, esos puntos fueron podados y se preparó la tierra para acoger nueva vida.

Del vivero ubicado en el barrio Caupicho, en el sur de la urbe, es de donde más plantitas sale para hacer esa nueva plantación. Ese punto, fundado en el 2006 por trabajadores de la institución, produce 400 000 plantas al año.

Tiene 72 especies que se han adaptado a los cambios climáticos de la ciudad, la mayoría 42 introducidas y 30 nativas. Allí están los agapantos, churoyuyo morado, escancel rojo, geranio, mil flores, entre otras.

Uno de los que más destaca es el geranio, la flor de Quito. La germinación se la puede realizar mediante semillas o la plantación de un tallo; y los colores más demandados son blancos, fucsias, morados, rojos, rosados y mixtos.

Son plantas de exterior que florecen en verano y en Quito están presentes en balcones, jardines, parques y espacios públicos por su variedad y colores vivos.
Otro vivero estelar es el de Cunuyacu, pues es un banco de 40 semillas de especies forestales nativas, ubicado en el km 2,5 de la av. Intervalles; fue fundado en el 2009.

Allí se realiza un proceso continuo de recolección, procesamiento, almacenamiento, conservación y producción de plantas de especies forestales nativas de la Sierra, desde la provincia del Carchi hasta Loja. El trabajo se hace en campo y laboratorio.

Existen tres tipos de semillas: las ortodoxas son aquellas que pueden permanecer guardadas por un período de 5 a 10 años, en un cuarto frío a 4ºC de temperatura; por ejemplo: algarrobo, cedro, guarango, jacarandá, quíshuar, yalomán, entre otras.
Las semillas intermedias se pueden almacenar hasta seis meses en cuarto frío.

Están el aliso, motilón y nogal. Y las semillas recalcitrantes, en cambio, no se pueden almacenar por largos períodos porque pierden su viabilidad y se deben sembrar inmediatamente después de la recolección. Ahí están arrayanes, guaba y pumamaqui.

El banco tiene almacenado 180 kilos de semillas ortodoxas y produce de 30 a 40 mil plantas al año que son entregadas en los viveros de la Epmmop hasta que la planta esté lista para ser plantada en los espacios verdes de la ciudad.