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1 de julio de 2019 11:51

Celebran en Quito a San Pedro y San Pablo

Niños y adolescentes fueron parte de las comparsas de baile. Foto: Daniela Cevallos / ÚN

Niños y adolescentes fueron parte de las comparsas de baile. Foto: Daniela Cevallos / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Los rezos y cantos al ritmo de la Banda del Panecillo recorrieron la calle Chile en el Centro Histórico mientras que algunos fieles católicos cargaban al Señor de la Buena Esperanza. Más atrás, el diablo huma, los aruchicos y las chinucas danzaban y llenaban de color la calle. Así, entre fe y cultura se vivieron las fiestas de San Pedro y San Pablo, la tarde del domingo, 30 de junio del 2019.

Con una procesión en la que participaron decenas de feligreses y cerca de 300 danzantes, se revivió la tradicional fiesta de San Pedro y San Pablo, además del Señor de la Buena Esperanza, en el centro de la ciudad.

Con música, y ataviados con sus trajes tradicionales, con zamarros, máscaras y sombreros de cintos, recorrieron calles como la Chile, la García Moreno y la Venezuela. Al paso de la comparsa, turistas y transeúntes participaban del espectáculo sumándose al baile, invitados por los bailarines.

La actividad fue organizada por Jacchigua Ballet Folclórico Nacional del Ecuador y el Convento de San Agustín. Mientras desfilaba, Rafael Camino, director del ballet narraba la importancia de rescatar las tradiciones. Sostiene que Quito posee todo para convertirse en un museo vivo gracias a sus iglesias, conventos, claustros y edificaciones patrimoniales. Lo que falta son actividades que lo reactiven y con ello se vuelva seguro, afirma.

Esta fiesta, sobre todo muy arraigada en el norte de Pichincha y sur de Imbabura, representa la toma de la plaza de las comunidades indígenas. El diablo huma es el principal personaje que significa una guía de la comunidad, del baile y más que eso, espiritual. Charlie Camino representó a esta figura ancestral durante el desfile que fue desde las 12:00 hasta las 13:00.

Para Zulay Ruales, quien lleva 15 años formando parte de Jacchigua, estas fiestas permiten valorar y rescatar la cultura. Así también las personas pueden aprovechar su tiempo libre los fines de semana siendo parte de estas actividades.

Según el organizador, la idea es continuar rescatando tradiciones y celebraciones para reactivar el centro histórico y con ello reducir los niveles de delincuencia existentes. Las procesiones se juntaron en la iglesia de San Agustín en donde se celebró una misa.