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3 de mayo de 2018 06:58

15 chequeos diarios por suplantación de firmas en el país

Con santo y seña le chequean a los documentos para saber si son falsos. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Con santo y seña le chequean a los documentos para saber si son falsos. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Ana Guerrero

Que le pongan la firma y la huella. Si pierde o le roban la cédula haga la denuncia. Estos son dos consejos básicos para comerciantes y para la ciudadanía en general.

No vaya a creer que son procesos inútiles, pues se ha visto más de un caso de suplantación de identidad para comprar desde un plan de celular hasta electrodomésticos. Cambiar la foto en la cédula es el método más recurrente.

Solo hasta la sección de Documentología del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses llegan unos 15 procesos diarios para analizar suplantación de identidad o escritos truchos.

Según el capitán Óscar Cifuentes, jefe del área, del total de pericias que reciben en el departamento, bajito, el 70% corresponden al análisis por suplantación de identidad o uso doloso de documentos.

Una vez cambiada la foto de la identificación hallada o sustraída, como los sapos son hábiles, falsifican la firma. Como apunta Blanca Sánchez, coordinadora técnica del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, “hay estafadores de oficio”, así que estará pilas.

La persona afectada se entera del asunto generalmente cuando solicita un préstamo, se topa con tremenda deuda y con mala calificación en el denominado buró de crédito. No ve que los estafadores no regresan a pagar.

Por eso mismo es importante poner la denuncia cuando se pierden los documentos, la puede realizar sin viajes, por Internet: http://appsj.funcionjudicial.gob.ec/documentosextraviados/publico/formulario.jsf. En este link se le abre un formulario, llena paso a paso.

Y, acota Cifuentes, hay una meta a la que le apuntan: que una vez puesta la denuncia de pérdida de la cédula, el Registro Civil alerte a las casas comerciales. La medida partiría desde una alerta con el número de cartola; es decir, que con la denuncia, las casas comerciales puedan verificar que el número de la especie ya no es válido.

En cristiano, cada cédula tiene un número según el orden de emisión. Este es irrepetible y la idea es que, con la demanda, la numeración salga del ruedo. Si pasa por un caso similar y le chantan deuda ajena, primerito, debe poner la denuncia en la Fiscalía, con esta puede pedir el documento con la firma trucha a la casa comercial. De ahí va a parar a Documentología.

El análisis de las firmas, para saber si son truchas, se hace detenidamente. Foto: Ana Guerrero / ÚN

El análisis de las firmas, para saber si son truchas, se hace detenidamente. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Si se comprueba que la firma es falsa, el informe de los duros del análisis va a las Fiscalía y le sirve para librarse de la deuda. El estudio de las rúbricas no es así nomás. Los peritos de la Policía revisan desde lo general a lo específico. Le ponen el ojo a la espontaneidad de la firma, trazos, rasgos y hasta si asentó duro o suavito el esfero.

Para los chequeos, los efectivos se ayudan de una máquina que, además de permitir ver clarito el documento, se conecta con un computador, donde al igual que con los billetes falsos, ven hasta el último detalle.

El análisis, que hacen en las instalaciones ubicadas en la avenida Mariana de Jesús y Mariscal Sucre, es gratuito y vinculante. Por esto mismo le sirve de apoyo para no pagar una deuda que adquirió otro.

Las casas comerciales pueden optar por, además de pedir la firma y el documento, solicitar que los clientes pongan la huella. Y si nota algo sospechoso puede pedir asesoría de la Policía. Contar con esta, una vez que el estafador se vuela, le sirve a los efectivos para buscar en la base de datos de personas que ya registran antecedentes.