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20 de septiembre de 2019 09:17

El ‘choclo’ del cantón Rumiñahui cumple 30 años

Luis Medina conoce cómo fue el paso a paso para concretar esta obra. Foto: Ana Guerrero

Luis Medina conoce cómo fue el paso a paso para concretar esta obra. Foto: Ana Guerrero

Redacción Últimas Noticias
(I)

El maíz y las manifestaciones alrededor del producto se incluyeron en la lista de patrimonio cultural del país. La comunidad de Rumiñahui recibió el distintivo. Y en el cantón hay un símbolo de 10,30 metros de altura para mantener vivita la importancia de la mazorca, que este mes cumple 30 años de su elaboración.

Luis Medina, arquitecto y artista plástico, tiene presente el proceso para ejecutar la obra ideada por el maestro Gonzalo Endara, quien fue el gestor de la idea de la escultura. Medina, en cambio, recuerda que fue el encargado de la ejecución, lo que incluyó definir el sistema constructivo.

El arquitecto y artista, “ciudadano del Valle”, ingresó al taller de Endara en el 85, en La Merced. Estaba estudiando arquitectura y recuerda que ya en ese año el maestro tenía la idea de crear la escultura de la mazorca. Primero mandó a tallar un choclo de unos 40 centímetros con un artista de San Antonio de Ibarra, sacó moldes y empezó a visualizar algo monumental.

Medina estaba aprendiendo sobre estabilidad de estructuras, así que con la propuesta de Endara y sus conocimientos se fue armando el proyecto.

El maestro ya había mandado a elaborar un molde en yeso en Machachi. Medina le indicó que no funcionaría a la hora de fundir, así que empezó a plantear el sistema constructivo.

De la maqueta tallada en madera pasaron a los planos. Hicieron varias pruebas en pequeño y una de 8 metros, que aún se conserva. Los ensayos incluyeron técnicas y tipos de pintura.

En febrero del 89 acabaron las pruebas y en mayo fueron al Municipio de Rumiñahui con la propuesta. El Alcalde aceptó y la ejecución arrancó en junio.

Medina cuenta que la obra estuvo lista en septiembre, aunque en la placa al pie de la escultura se alude a la fecha de donación por parte del artista, en octubre.

El choclo es hueco. Tiene estructura metálica.

El choclo es hueco. Tiene estructura metálica.

Se colocó un plinto (elemento cuadrangular de poca altura sobre el cual se asienta la base de una columna) de 3,50 metros de profundidad, y de este nació el tallo y el eje central del choclo: en tubo de 12 metros. De este salen radios metálicos. Es decir, salvo la estructura, el choclo es hueco.

La obra incluyó la colocación de unos 800 ‘granos’. Pero, primerito, cuenta Medina, con malla de gallinero se armó la base para luego champear con mezcla de cemento.

Sobre la superficie tocó dibujar los granos, en el mismo orden de la maqueta. En el día dibujaba 10. Los obreros que acolitaron en el proyecto se encargaban de colocar clavos de acero para sostener a la mezcla e iban dando forma.

Se pintó con acrílico, pero no aguantó y en menos de un mes se comenzó a pelar. Hasta ahí llegó Medina, quien ahora tiene un taller artístico en la av. Ilaló, a unos metros del Triángulo.

Sin embargo, tiempo después lo llamaron para hacer una restauración integral de la obra. Y para el 2014, cuenta, se abrió una convocatoria para hacer una nueva propuesta de esculturas con forma de choclo. Él ganó y se hicieron 10, de 2,20 metros. Varios artistas pintaron las mazorcas y estas se exponen en varios sitios de la localidad.

No por nada el maíz es patrimonio y el producto representativo del sector. Según el Instituto Metropolitano de Patrimonio, ya en 1559 era zona maicera.

El aniversario de la escultura coincide con la época de siembra del producto, desde los primeros días de septiembre hasta el 4 de octubre. De la mano con el cumpleaños, Medina alista una exposición de 20 fotos sobre el proceso de elaboración de la escultura y 20 cuadros de su producción.