'Pilotazos' al mando de naves de madera

A unas velocidades de miedo bajaron por Las Casas los duros del volante el sábado 25 de noviembre de 2017, en la primera eliminatoria de la 44° edición de la tradicional carrera de coches de madera Jorge Aguilar Veintimilla.

Eran guambras de entre 6 y 16 años que se dividieron en 14 mangas de tres o cuatro pilotos. Esta es una de las más tradicionales actividades para festejar a Quito en su 483° cumpleaños de fundación española.

Aparte de la velocidad que dejaba boquiabiertos hasta a los agentes de tránsito que abrían paso en sus motos en el trayecto de 1 500 metros, lo que más llamó la atención del público fueron los tremendos suelazos que se pegaron algunos guambras en la cuarteada calzada.

Por más que llegaban con camisetas de manga larga, coderas, rodilleras, doble ropa y hasta casco, no pudieron evitar los golpes.

Los más pequeños buscaban a sus padres y lloraban mitad por susto y mitad por dolor. Los más grandes se aguantaban el llanto y se paraban como resorte para seguir en la competencia.

Según William Coro, del Cuerpo de Bomberos, la mayor parte de atenciones era por traumatismos en las piernas. Cuando un guagua se cayó, el coche solo se frenó en las piernas de una mujer que quedó adolorida.

Coro dijo que solo en dos casos fue necesario entablillar a los valientes corredores para llevarles a un hospital y verificar con una radiografía si algún huesito se había roto. Pero en el público experimentado, donde había harto expiloto, familiar de jóvenes promesas de las carreras de coches de madera y asiduos espectadores de la competencia no había demasiada preocupación. Son gajes del oficio, decían, y los animaban a reponerse para llegar a la meta.

Este año la carrera batió un récord. Pasó de los usuales 40 inscritos a los 62. Así que las eliminatorias de este jueves, a las 19:00, en la calle Río de Janeiro estarán reñidas, al igual que la final del 3 de diciembre, a las 08:30, en la calle Mejía.