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22 de noviembre de 2019 11:51

Colombia recupera la calma tras paro que dejó tres muertos

Bogotá y Cali fueron los principales focos de violencia. Foto: AFP

Bogotá y Cali fueron los principales focos de violencia. Foto: AFP

Agencia AFP

Colombia regresaba de a poco a la calma este viernes 22 de noviembre del 2019 tras masivas marchas y cacerolazos que la víspera sacudieron al gobierno conservador de Iván Duque, en las que murieron tres personas y otros cientos resultaron heridos.

En Bogotá y Cali las autoridades daban parte de tranquilidad aunque con problemas de movilidad, luego de que al término de la jornada, que se desarrolló mayoritariamente de forma pacífica en todo el país, hubo violentos enfrenamientos entre manifestantes y fuerza pública.

“Hoy el país está tranquilo”, dijo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en una declaración en la presidencial Casa de Nariño.

El ministro confirmó la muerte de tres personas en disturbios en el departamento del Valle del Cauca, del que Cali es capital.

Dos personas murieron en Buenaventura, principal puerto sobre el Pacífico, durante una “confrontación” con la fuerza pública cuando intentaban saquear un centro comercial. El otro civil falleció en Candelaria, a unos 93 kilómetros de Buenaventura, durante refriegas.

Miles de personas se congregaron en la Plaza de Bolívar, Bogotá, durante el paro nacional, el jueves 21 de noviembre del 2019. Foto: EFE

Miles de personas se congregaron en la Plaza de Bolívar, Bogotá, durante el paro nacional, el jueves 21 de noviembre del 2019. Foto: EFE

A la zona se desplazó una comisión oficial para “analizar de primera mano los procedimientos realizados” por los uniformados en medio de los choques, aseguró Trujillo.

Duque, quien está en horas bajas tras 15 meses de haber asumido el poder, lideraba la mañana de este viernes 22 de noviembre un consejo extraordinario con su gabinete en la sede de gobierno.

El jefe de Estado, que reconoce la legitimidad de algunos reclamos en su contra, aseguró la noche del jueves 21 que acelerará la agenda social de su gobierno y que escuchó el reclamo callejero, aunque no respondió al llamado de los promotores del paro para dialogar.

Policías investigados

Las refriegas en varias ciudades del país dejaron 273 heridos: 122 civiles y 151 miembros de la fuerza pública. Además hubo 98 capturados, según el balance oficial.

Tras las manifestaciones, las mayores registradas en Colombia en los últimos años, se abrieron 11 investigaciones ante denuncias de “posibles actuaciones irregulares” de agentes policiales contra los marchantes en Bogotá, Cali, Manizales y Cartagena.

“De comprobar una falta, por supuesto que se aplicarán las sanciones correspondientes”, agregó el ministro.

Amnistía Internacional dijo en Twitter haber recibido “testimonios, fotos y videos sumamente alarmantes” de “uso excesivo de la fuerza” por parte de la policía antidisturbios.

Cali fue el principal foco de violencia, con saqueos y “actos vandálicos”, que llevó a la alcaldía a decretar toque de queda hasta las 06:00 de este viernes 22 de noviembre.

“No hay ninguna novedad de orden público, absolutamente todo tranquilo y controlado”, dijo temprano este viernes el secretario de Seguridad, Andrés Villamizar.

En la tercera ciudad de Colombia grupos de ciudadanos armados custodiaron edificios y conjuntos residenciales durante la noche del jueves ante intentos de saqueos y robos, que según Villamizar no se concretaron.

Un grupo de personas pretendió ingresar al conjunto donde vive Blanca Zapata, en el sur de la urbe. La mujer se resguardó en su hogar junto a sus dos hijos y los hombres del lugar bajaron a la portería y controlaron a los atacantes.

“Sentí mucho susto de que se metieran a robar y quién sabe a qué más”, afirmó a AFP la mujer, quien ya reportaba tranquilidad en la zona.

Cientos de personas participaron en los cacerolazos, inusuales en Colombia. Foto: EFE

Cientos de personas participaron en los cacerolazos, inusuales en Colombia. Foto: EFE

A la par de Bogotá, las autoridades recogían escombros en las vías y retomaban el servicio de transporte público, que en ambas ciudades sufrió daños millonarios en sus instalaciones.

El alcalde de la capital, Enrique Peñalosa, decretó ley seca hasta el sábado 23 de noviembre ante el “conocimiento de vándalos que quieren generar caos”.

Con un diverso abanico de reclamos y exigencias, cientos de miles de personas protestaron la víspera en las calles y con cacerolazos, inusuales en Colombia, contra el mandatario conservador.

Liderados por las centrales obreras, que rechazan supuestas reformas para flexibilizar el mercado laboral y el sistema pensional, indígenas, campesinos, artistas, estudiantes y partidos opositores se sumaron a la variopinta convocatoria en momentos en que la popularidad de Duque está en rojo.

Todos cuestionaron la política de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico, el asesinato de decenas de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la exguerrilla FARC, que participó en el paro.

Colombia, una nación de 48 millones de habitantes, tiene un crecimiento económico por encima del promedio regional, pero elevados índices de desigualdad y desempleo.