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10 de abril de 2019 12:44

Un capítulo más de la 'novela judicial' de la 'pobre niña rica' 

Entre las excentricidades que ostentaba Jenny Ambuila se destaca un Lamborghini Huracan Spyder LP personalizado. Foto: captura

Entre las excentricidades que ostentaba Jenny Ambuila se destaca un Lamborghini Huracan Spyder LP personalizado. Foto: captura

Agencia EFE

Un nuevo capítulo de la 'novela judicial' por corrupción de la familia del exjefe de carga del principal puerto de Colombia sobre el Pacífico se conoció este 9 de abril del 2019 debido a que a su hija no se le pudo dar prisión domiciliaria por la falta de pago del arriendo de la vivienda.

El escándalo estalló el pasado 29 de marzo cuando la Fiscalía informó que Omar Ambuila, jefe del Grupo Interno de Trabajo de Control de Carga de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN) en el Puerto de Buenaventura, presuntamente manipuló los contenedores, alteró el contenido y permitió que cruzaran sin control productos de contrabando.

A cambio de ese ilícito, Ambuila y otros dos funcionarios de la terminal marítima "habrían recibido millonarios dividendos que se ocultaron a través de la constitución de empresas fachada o que fueron girados a sus familiares para que adquirieran bienes y servicios que superarían su capacidad económica", sostuvo la Fiscalía.

A lo largo de la investigación, que duró más de un año, llamó la atención que tanto la esposa de Ambuila, Elba Chará, como su hija, Jenny, gozaban de una vida llena de lujos a pesar de que el líder del clan familiar tenía un salario mensual que no superaba los seis millones de pesos (USD 1 933).

Entre las excentricidades que ostentaban se destaca un Lamborghini Huracan Spyder LP personalizado y una camioneta Porsche, por los que Jenny Ambuila pagó en Miami 1 100 millones de pesos (unos USD 354 476).

También, las páginas de Facebook e Instagram de la joven estaban llenas de fotografías en las que lucía bolsos Chanel con un valor individual, de USD 5 574; un reloj Clé de Cartier, con incrustaciones en diamantes y valuado en USD 10 676, y una maleta Louis Vuitton, de 5 800.

"Tengo un problema serio con eso de Jenny (...). Le estoy diciendo hace rato que cancele eso o lo ponga privado. Ese Instagram y ese Facebook, todo eso. Cuántos problemas no he tenido por eso? A la gente qué le interesa lo que hace ella?", se quejó Omar Ambuila con su esposa en una conversación telefónica grabada por las autoridades.

En otra charla, el padre de familia sostuvo: "Acabo de entrar a ese Facebook y lo primero que aparece es ese carro (el Lamborghini). No, de ahora en adelante ella verá. Yo no le voy a ayudar para nada".

Aunque la familia Ambuila aseguró que los artículos de lujo fueron adquiridos con el dinero producto de la venta en 2016 de una casa en la ciudad de Cali (suroeste), los investigadores de la Fiscalía comprobaron que para esa fecha no tenían bienes a su nombre.

Asimismo, la hija, que estaba inscrita en un curso corto en la Universidad de Harvard, manifestó que los ingresos se derivaban de su trabajo como "influenciadora" en los Estados Unidos.

A pesar de ello, al verificar los movimientos financieros la Fiscalía evidenció que no desempeña una actividad económica que le permitiera costear la vida de excesos que llevaba.

Por lo anterior, los tres miembros del clan Ambuila y otros dos empleados del puerto de Buenaventura fueron capturados por los delitos de lavado de activos, favorecimiento al contrabando, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.
Según el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, los implicados son solo la "punta del iceberg" de una red criminal de más de 25 millones de dólares producto del contrabando.

La captura de Omar Ambuila se dio en inmediaciones del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que presta servicios a Cali, y de inmediato fue trasladado a una cárcel del suroeste del país junto a sus dos cómplices en el puerto.

Por su parte, Elba Chará fue conducida a la cárcel de mujeres en el vecino municipio de Jamundí.

El nuevo e insólito capítulo de esta telenovela colombiana tiene que ver con el hecho de que a Jenny Ambuila le fue dictada la medida de casa por cárcel, pero no la ha podido cumplir porque los dueños del inmueble en el que residía su familia en Cali le impidieron el ingreso por la falta de pago de dos meses de arriendo.

"Se le negó el ingreso porque el contrato se acababa el 6 de mayo porque incumplieron dos meses de arrendamiento", explicó a periodistas Miguel Ángel Sánchez, abogado del propietario de la casa en donde vivieron por cuatro años los Ambuila.

La otra razón, agregó el letrado, "es porque Jenny jamás fue residente de esa casa. Los arrendatarios fueron los papás. Ella los visitaba en vacaciones".

En consecuencia, la "pobre niña rica", como llaman a Jenny Ambuila hoy en redes sociales, pasó de presumir millones a ser trasladada a la cárcel de Jamundí a la espera de poder conseguir un domicilio para cumplir la pena impuesta.